El papa Francisco cierra definitivamente el Sodalicio de Vida Cristiana por ser “una secta abusiva sin carisma”

El superior general del movimiento peruano firmó hoy el decreto de supresión ante la prefecta para los Institutos de Vida Consagrada

Página web del Sodalicio de Vida Cristiana

El papa Francisco ha echado el cierre definitivo al Sodalicio de Vida Cristiana, la plataforma creada por el peruano Luis Fernando Figari en 1971 con presencia en 25 países a través de sus diferentes ramas consagradas y laicales, masculinas y femeninas. “Informamos que el día de hoy, 14 de abril de 2025, el superior general del Sodalicio, ha firmado el decreto de supresión de nuestra comunidad”, aseguran en un comunicado desde la institución ya extinguida.



Esta rúbrica, por parte de José David Correa, habría tenido lugar en Roma, en la sede del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, en presencia de Simona Brambilla, la prefecta del departamento vaticano del que dependía este movimiento. En el decreto definitivo, el Vaticano expone los dos motivos fundamentales para su clausura: “no hay carisma de origen divino” y es un “sistema sectario abusivo”.

Reparar a las víctimas

Para rematar la disolución de las comunidades y las obras apostólicas del Sodalicio se confirma el nombramiento como comisario apostólico del sacerdote español Jordi Bertomeu, que está llamado a encaminar el futuro de los religiosos, religiosas y laicos que pertenecían a estos grupos, a buscar una salida lo mismo para sus colegios que para otro tipo de instituciones a su cargo, así como localizar las inversiones para destinarlas a reparar a las víctimas de los abusos de poder, conciencia y sexuales de la institución.

En el comunicado, los responsables del Sodalicio comparten su “sincero pedido de perdón por los maltratos y abusos cometidos en nuestra comunidad”.  “Pedimos perdón también a toda la Iglesia y a la sociedad por el dolor ocasionado”, añaden justo después.

El principio del fin

Esta supresión vaticana viene a culminar el proceso iniciado en 2018 cuando el Vaticano comisarió al Sodalicio. Pero fue en julio de 2023 cuando el papa Francisco envió al arzobispo maltés Charles Scicluna y a Bertomeu al frente de una misión especial para investigar las acusaciones que se vertían sobre el grupo. La constatación por parte de los investigadores vaticanos del trabajo periodístico realizado previamente y de la veracidad del testimonio de las víctimas llevó a adoptar unas primeras medidas para analizar la continuidad de esta plataforma.

Luis Figari, fundador del Sodalicio/Archivo

Luis Figari, fundador del Sodalicio/Archivo

Sin embargo, el análisis exhaustivo de esta realidad eclesial llevó a confirmar que, lejos de contar con miembros corruptos entre sus filas, el problema venía desde la raíz.  Como explicaría posteriormente el actual cardenal arzobispo de Lima, Carlos Castillo, detrás de esta plataforma “no hay carisma”: “Figari, en cambio, verificado como abusador, y con él gran parte del núcleo fundacional y otros, inventó un presunto carisma para proteger un proyecto político y sectario”.

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