Civilizada discusión
“Nadie tiene la solución de cómo se consiguen una escuela y una educación verdaderamente democráticas. Todos los países buscan pruebas de compromiso, todas precarias, todas perfectibles, todas provisionales. Y de esta raíz de humildad ciudadana tiene que brotar cualquier solución”. “Nos gustaría que esa batalla no pasara de una civilizada y humilde confrontación de opiniones. (…) Que la batalla de la enseñanza no sea jamás una guerra entre católicos y no católicos, sino la civilizada discusión enriquecedora de la educación en una sociedad democrática”.
En el nº 2.647 de Vida Nueva.