JESÚS SÁNCHEZ ADALID | Sacerdote y escritor
“Thomas Mann decía que “cada ser humano razonable debería ser un socialista moderado”. Paco Vázquez goza de esa cordura y esa racionalidad…”.
El artículo de opinión firmado por Paco Vázquez en Vida Nueva titulado Por una vez, la política, me reafirma en algo que ya pensaba: Paco Vázquez, además de un buen cristiano, es un político lúcido y valiente.
Encarna con su experiencia personal en la gestión política lo más aproximado a eso que llamamos democracia directa; puesto que ha sido su inmediatez al ciudadano y su renovada fiabilidad lo que le permitió gobernar el PSOE gallego durante años y la alcaldía de La Coruña desde 1983 hasta 2006. Es un hombre directo, amante de la verdad y defensor de sus creencias.
No pretendo homenajearle; le sobran reconocimientos. Lo que quiero manifestar es la falta de políticos que sean capaces de articular una alternativa al modelo de economía de mercado “a ultranza” a la que tendemos.
Vázquez representa tal vez ese socialismo moderado, que, sin perder su utopía, no se extravía en la ideología formal, caduca, del viejo marxismo irreligioso y salvaje.
El socialismo nació del liberalismo y de su postulado de la igualdad de todos los hombres. Esta es su pregunta fundacional: si los hombres son todos iguales y todos tienen los mismos derechos, ¿por qué hay unos pocos que viven tan bien y otros muchos que viven tan mal?
Thomas Mann decía que “cada ser humano razonable debería ser un socialista moderado”. Paco Vázquez goza de esa cordura y esa racionalidad; pero, además, sus convicciones están adornadas por una fe madura y una religiosidad sin complejos. Hay más como él, me consta, pero quizás no se atreven o no gozan de la tribuna adecuada para manifestarse.
Dios te bendiga, Paco.
En el nº 2.858 de Vida Nueva