La novela de la semana es de J. M. Coetzee (Mondadori, 2013). La recensión es de Juan Carlos Rodríguez
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Título: La infancia de Jesús
Autor: J. M. Coetzee
Editorial: Mondadori, 2013
Ciudad: Barcelona
Páginas: 272
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JUAN CARLOS RODRÍGUEZ | Bajo un título que induce a la confusión –nada tiene que ver con Jesucristo–, la nueva novela del Nobel John M. Coetzee (Ciudad del Cabo, 1940) es, ante todo, enigmática, reflexiva y compleja.
Coetzee, autor de novelas prodigiosas como Desgracia (1999), ha optado últimamente por insistir en un aspecto central de su narrativa: el libre albedrío del lector. En esta novela alcanza su máxima expresión: el Nobel sudafricano nunca entrega al lector todos los datos de la historia, los oculta a propósito para que este complete las lagunas por sí mismo. No es fácil. Y suele desconcertar al lector.
El argumento propone una historia utópica que se inicia con el desembarco de Simón, acompañado de un niño de 5 años, David, en un misterioso campo de refugiados llamado Novilla en alguna parte de Hispanoamérica, y en el que todos parecen haber olvidado sus recuerdos. Allí, David va a encontrar a su madre biológica e inicia una transformación que da sentido final a la historia: una fábula al modo bíblico sobre la educación de los niños.
En el nº 2.862 de Vida Nueva.