La familia y otros mártires


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José Lorenzo, redactor jefe de Vida NuevaJOSÉ LORENZO | Redactor jefe de Vida Nueva

“¿Dónde están hoy quienes salían a defender la familia? No, Cáritas no dice nada de la situación de los gais, pero sí de que numerosas parejas jóvenes, de entre 20 y 40 años, con hijos (vamos, la familia tradicional), lo están pasando fatal…”

Si les digo que los recortes económicos en sanidad están llevando a la desatención de personas o al abandono de tratamientos por no poder pagárselos, ¿de dónde creen que he sacado los datos? ¿Del PSOE?

Si les aseguro que los recortes en educación están generando más gastos en familias que ya no saben de dónde rascar, que supone un acceso restringido a las becas, que hay alumnos con necesidades especiales que ya no son atendidas y que, en definitiva, están creando situaciones de desigualdad en una sociedad de iguales, ¿dónde pensarían que he estado rebuscando estas conclusiones a una forma de hacer política que está demoliendo un sistema perfectible, pero donde todos tenían los mismos derechos? ¿En IU? ¿Tal vez en UPyD? ¿Amaiur, quizás? ¿BNG?… ¿En grupúsculos antisistema?

Frío, frío. Estas conclusiones proceden de los estudios que Cáritas presentó el 10 de octubre (la Memoria 2012 y el VIII Informe del Observatorio de la Realidad Social), y que dibujan un panorama escalofriante de un país que se acostó una noche con la autosuficiencia de los nuevos ricos y que no logra despertarse de la pesadilla en la que bracean a diario los pobres de toda la vida.

Datos que quizás ya no indignan o avergüenzan porque tal vez sea cierto que el personal está harto de tanto mal rollo y negatividad y, por eso, prefiere irse a las puertas de los juzgados a dar palmaditas en la espalda a presuntos defraudadores que les ayudan a meterle goles a la insoportable levedad del no ser.

Mientras tanto, la Iglesia se enreda con el tema de los mártires, de si no están todos los que son o de quién le habrá “colado” al delegado papal en esa ceremonia una homilía que sigue teniendo efectos secundarios en la convivencia, cuando se pretende dar un paso en favor de la reconciliación… Y ni una palabra sobre el “desbordamiento” de las familias por el impacto de la crisis, el “agotamiento emocional” de esta institución que hasta hace poco se solía defender con obispos a pie de manifestación o “el aumento de los conflictos familiares”, que quizá ya no interesan porque no vienen de aquellos lodos de mayo del 68…

Cáritas ya ha hecho su trabajo. ¿Dónde están hoy quienes salían a defender la familia? No, Cáritas no dice nada de la situación de los gais, pero sí de que numerosas parejas jóvenes, de entre 20 y 40 años, con hijos (vamos, la familia tradicional), lo están pasando fatal

En el nº 2.867 de Vida Nueva.

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