(Alfredo Tolín– Correo electrónico) Me gustaría que en la revista se tratase con amplitud no el “tema” y la “doctrina de la Iglesia” sobre el aborto, sino la aportación concreta de la Iglesia española al “problema” humano y concreto del aborto. Me gustaría saber qué se hace, no para hablar y protestar, sino para atender a las personas directa e indirectamente afectadas, para ayudarlas en su situación y para que tomen una opción al respecto con total libertad, sin condicionamientos de ningún tipo y sólo desde su conciencia moral. Qué hacemos para que las embarazadas decidan libremente no abortar y con qué misericordia seguimos acogiendo a las que decidan libremente abortar.
Así se marcan dos líneas de acción: motivación y sensibilización de las conciencias sobre la vida y sobre la maternidad, de manera permanente y no sólo para oponerse y con ocasión de las leyes sobre el aborto… y, a la vez, la “caridad creativa” para promover acciones organizadas de atención, acogida, ayuda, etc. Mi cuestión es: ¿qué hay en España sobre esto? Es necesario promover acciones e informar en la línea de lo que decían recientemente los obispos catalanes: “Mucho más apoyo y alternativas a cualquier maternidad que haya sido iniciada, a toda vida humana ya existente, mediante una acción positiva de ayuda y protección a la mujer embarazada”. Y no dejo de añadir otra vez: para que decida responsable y libremente, atendiendo a la persona con el máximo respeto y no dedicar toda la energía sólo a “comerle el coco” para que no aborte.
En el nº 2.649 de Vida Nueva.