(Eva Catalán– Barcelona) No pocos han levantado su protesta ante la petición de la Iglesia de facilitar a Eluana Englaro, a ejemplo de cómo se hace con un bebé, alimento e hidratación para seguir con vida. Pero los críticos con el Vaticano no reconocen que si hay alguien con prioridad para dicha demanda es la Iglesia, ya que ha sido Ella por medio de unas monjas, Las Hermanas de la Misericordia en la clínica Beato Talamoni, la que ha cuidado con desvelo a Eluana durante 14 años.
Esta institución tampoco desprecia el comprensible dolor del padre ante la dramática situación, pero una jerarquía lógica de valores pone la vida por delante del sufrimiento de los allegados, que por otra parte no deberían tener acceso a segar la vida de su pariente por omisión de ayuda.
En el nº 2.649 de Vida Nueva.
