Vino el director de la Sala de Prensa del Vaticano a impartir una conferencia, en la sede de la CEE, ante los delegados diocesanos de medios de comunicación social. Se trataba de exponer su experiencia comunicativa. Federico Lombardi habló de Internet, radio, televisión, gestión de crisis, youtube… Lo más novedoso, sin embargo, la sensación de sentido común que parecía aplicarle a todo ello, en especial, a la relación no sólo con los medios, sino con quienes trabajan en ellos. El religioso jesuita abogó en su charla, con suavidad, como quien no ha dicho nada, por mantener con los periodistas una relación de “calidez” e invitó a que no se tenga en la Iglesia “una actitud temerosa o de prejuicio negativo hacia los medios”. Lo que no significa, añadió, “que haya que decir siempre todo”. Una gran diferencia con la imperante máxima del “cuanto menos, mejor”.
En el nº 2.649 de Vida Nueva.