¿Es atractiva la vida religiosa para los jóvenes?

Vocaciones

(Vida Nueva) Es la pregunta que surge irremediablemente a la vista del descenso en el número de vocaciones religiosas. Coincidiendo con la celebración este sábado 2 de febrero de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, la revista Vida Nueva reflexiona acerca de la situación actual de las vocaciones y las razones por las que, aparentemente, la vida religiosa no “cala” entre los jóvenes. La dominica sor Gemma Morató i Sendra, periodista, manifiesta más interés por mostrar a los jóvenes una verdadera vida de oración y comunidad que por el número real de vocaciones. En línea con la opinión de la religiosa, está la visión de Alfonso Rovira, M. SP. S., responsable de Pastoral Juvenil de CONFER, quien cree necesario saber si la Iglesia está conectando con los más jóvenes más que determinar qué se les puede ofrecer.

   “Creo que sí hay vocaciones”, opina Gemma Morató, “aunque algunos no lo crean o no lo desean”. Por ello invita a las órdenes religiosas a “vivir en auténtica comunidad”, pues está convencida de que las vocaciones sin un apoyo comunitario no duran. Asimismo pone el acento en que “la misión no puede ser una excusa para recortar la oración”, que hay que “huir de ser simplemente una ONG”, pues opina que los jóvenes sólo permanecerán en la orden si después de ver esa misión “encuentran una verdadera vida de oración y una fuerte vida de comunidad”.

   ¿Estamos o no conectando con los jóvenes? Es una pregunta que plantea Alfonso Rovira, de la Pastoral Juvenil Vocacional de CONFER y propone varias claves para resolverla. La primera piedra de toque son las comunidades, si son acogedoras para quienes llegan con una vocación; la segunda es la pastoral juvenil, y si se está invirtiendo en ella la formación, los recursos y la creatividad necesarias; la tercera piedra de toque es el trabajo coral o en red. El sacerdote enumera también las características del panorama social y religioso que se encuentran hoy día los jóvenes y que, desde luego, no parece demasiado propicio para el encuentro de éstos con Jesús.

Más información en el nº 2.598 de Vida Nueva (Enfoques, páginas 20 y 21).

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