Con los comicios vuelve a la palestra el papel del cristianismo en Europa
JUAN RUBIO, director de Vida Nueva | Ahora que vamos de elecciones en Europa, vuelve en los programas electorales el tema de sus raíces cristianas y el papel del cristianismo en unas sociedades marcadas en su historia por esta religión, aún en sus divisiones y confesiones.
Lo religioso fue desgajado con no poco dolor y sufrimiento tras las revoluciones en las que no fue ajena la fe o la inquina contra ella.
Me parece que es bueno recordar lo que viene diciendo sobre el papel de la religión en el contexto de Estados laicos, más allá de la “laicidad positiva” de Sarkozy, el nuevo y joven primer ministro francés, Manuel Valls, hombre de raíces españolas y de formación cristiana.
Tras las canonizaciones de los papas a finales de abril, el papa Francisco, respondiendo a una petición de numerosos franceses, le hizo llegar sus quejas por no verse comprendidos ni tenidos en cuenta. Valls, en declaraciones posteriores, independientemente de lo que le respondiera al Papa, dijo:
Ya no estamos en 1905, ni la batalla es la de la construcción de la República (…) La laicidad no es la negación de la religión, sino la independencia que tienen los Estados para no tener que rendirse a la Iglesia, ni viceversa, pero independencia no es ignorancia.
- CRÓNICA DEL DIRECTOR: No está lejos la ordenación de casados, ‘viri probati’, por Juan Rubio
En el nº 2.895 de Vida Nueva
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