Causa inquietud la ‘reaparición’ del IRA Auténtico -facción escindida del Ejército Republicano Irlandés-, cuyos últimos atentados han causado la muerte a dos soldados y un policía. Son pocos y tienen poco o ningún apoyo político o social, pero por desgracia sus bombas y balas siguen matando. No sólo están en riesgo las vidas humanas y el proceso de paz, sino que “pueden destruir las grandes esperanzas que [éste] ha engendrado en la región y en el mundo entero”.
Lo acaba de decir el papa Benedicto XVI, uniéndose a la condena “en los términos más fuertes posibles” de los obispos irlandeses, y al comunicado conjunto de todas las confesiones cristianas en el país, que consideran los atentados como un ataque “contra toda la comunidad”.
En el nº 2.653 de Vida Nueva.