La vida cotidiana

Lsanchez 22

(Mª Leticia Sánchez Hernández- Doctora en Historia y licenciada en Teología) Por segundo año consecutivo, he participado en un seminario que me ha dado mucho que pensar. Se trata de las jornadas sobre Vida Cotidiana en la España Moderna, organizadas por la Facultad de Geografía e Historia de la Complutense, donde un grupo de I+D expone las investigaciones que va realizando sobre este particular, por cierto, pionero en la Universidad española, y con un alto nivel de aceptación.

Más de 120 alumnos procedentes de todas las facultades, la mayoría con unas estéticas en la indumentaria y los complementos que harían temblar a mis abuelas, han “entrado al trapo” de cuestiones tan cotidianas como la muerte, los rituales matrimoniales, la violencia de género, la educación, el mundo rural, alimentación, cuerpo e higiene, lecturas y lectores, escrituras y escritores y, en mi caso, vida monástica. Lógicamente, circunscrito todo ello al período comprendido entre los siglos XV al XIX, pero realizando constantemente claras aplicaciones prácticas para nuestro tiempo, porque no en vano la historia es maestra de la vida.

Mi sorpresa fue que yo arranqué mi intervención –no sin cierto temor, porque en determinados ambientes hablar de asuntos relativos a la religión causa temor– haciendo referencia a la película de El Gran Silencio y la Regla de San Benito, para pasar después a desarrollar aspectos concretos. No se oía el vuelo de una mosca. Al final, se me acercó un grupo y me dijo: ¡Nosotros queremos hacer lo que usted hace! ¿Van a volver a repetir el año que viene?

Mientras tomaba café en el bar de alumnos (rememorando viejos tiempos), me dije: ¡No está todo perdido! ¡Todavía sigue habiendo gente joven dispuesta a perforar la trivialidad del botellón que, por cierto, es vida cotidiana, con no pocas dosis de exigente reflexión!

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