Libros

Un poco de Simenon, por favor


En ‘El revés de la trama’ Javier Morales recensiona el clásico de Georges Simenon Luces Rojas (Tusquets, 2001).

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Título: Luces Rojas

Autor: Georges Simenon

Editorial: Tusquets Editores, 2014

Ciudad: Barcelona

Páginas: 168

JAVIER MORALES | Como estamos en plena canícula, cansados de la rutina acumulada durante el año, esta semana no voy a hablar de una novedad editorial y me voy a permitir hablarles de un clásico que releo de vez en cuando para reconciliarme con el oficio de escribir, por una necesidad casi física.

Me refiero al escritor belga Georges Simenon. Conocido sobre todo por sus novelas policiacas en torno al inspector Maigret, el genio literario de Simenon se demuestra, sin embargo, en sus “otras novelas”, en las que muestra una sabia mezcla entre Kafka y el Simenon policiaco: La mirada inocente, El hombre de Londres, El asesino, La prometida del señor Hire, El fondo de la botella, En casa de los Krull o El tren de Venecia son algunas de ellas, todas publicadas en Tusquets. No en vano, alguien como Banville, uno de los mejores estilistas actuales en inglés, asegura que de todos los autores de novela negra, quizás el único que traspasa la frontera hacia lo verdaderamente literario es Simenon.

La novela que acabo de releer y que Simenon escribió en su periplo americano (que duró diez años) se titula Luces rojas. Una pareja en crisis emprende un viaje desde Nueva York al campamento de verano donde pasan las vacaciones sus dos hijos. Viajan en coche, el Día del Trabajo, cuando miles de ciudadanos abandonan la gran ciudad en busca de unas jornadas de descanso en la costa. En el camino, entre paradas intermitentes de Steve (el marido) para colmar su ebriedad, se topan con un delincuente que acaba de fugarse de Sing-Sing, y este encuentro cambiará sus vidas para siempre.

Como es frecuente en sus novelas, incluso en las policiacas, lo importante de Simenon no es la trama, sino los personajes, una prosa limpia que te atrapa desde el primer momento y la creación de atmósferas, que a veces pueden ser altamente opresivas y turbias. Pocos escritores han palpado la vida, las contradicciones morales, la presión sobre el individuo y el derrumbe de los sueños como Simenon.

En el nº 2.905 de Vida Nueva

Actualizado
01/08/2014 | 07:00
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