JOSÉ BELTRÁN | Director editorial de Vida Nueva
“Diario, agenda, bitácora. Mejor notas al pie, que se escapan del titular, pero que no hay que perder de vista. Ya saben, la letra pequeña…”
Jueves. La semana en Vida Nueva arranca aquí. El contador se pone a cero tras el cierre del miércoles para que la revista esté en sus manos a partir del viernes. De ahí que este relato no se estrene en lunes. Diario, agenda, bitácora. Mejor notas al pie, que se escapan del titular, pero que no hay que perder de vista. Ya saben, la letra pequeña…
Lunes. Me escribe Juana. Desde Camaná. Perú. Hacía tiempo que le había perdido la pista, aunque siempre se revela en el momento oportuno. Gracias. Lleva un mes. Kilómetro cero para su misión y da la sensación de que se mueve como si llevara allí media vida. Carisma misionero con relevo. Hay partido. Hay Domund.
Martes. El cardenal Erdö recoge el sentir del Sínodo de la Familia en 58 puntos. Todos los temas candentes abordados. Pluralidad. Mucho por rumiar hasta el año que viene. Nada decidido. Algunos cardenales se quejan del informe pastoral. Exigen que se subraye con tinta china la doctrina, cuando el documento no se mueve un ápice de aquella. Hay quien pide literalmente que aparezca más veces la palabra “pecado”. Ya estamos… Me dicen que a Francisco no le preocupan estas discrepancias en demasía. Ya saben, le gusta el “lío” entendido como debate abierto. El sano lío.
Miércoles. Teresa de Jesús. Hoy la llamarían emprendedora y le ofrecerían portada en Forbes. Jubileo con sabor a peregrinación desde Roma. “Quien obra puede equivocarse, pero quien no hace nada ya está equivocado”, decía la de Ávila. No pensaba en el Sínodo. O sí.
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