JOSÉ BELTRÁN | Director editorial de Vida Nueva
“Cuando alguien te enseña los pucheros es porque no tiene nada que esconder y lo tiene todo para compartir: talento, sueños, trabajo…”
Jueves. Álvaro entrevista al único misionero español en Nepal. De repente, el escolapio José Alfaro le revela que el mejor regalo que recibió fue un mecenas que le subvenciona la suscripción a Vida Nueva. No hay palabras.
Viernes. A las siete en punto, en pie. Twitter madruga más. Las carmelitas descalzas de Loeches rezan laudes y se retransmite por la web. La vida contemplativa en directo. No es Gran Hermano. Iglesia en red.
Sábado. Croquetas para cenar en una convivencia. Toca limpiar las bandejas y cuesta quitar los restos. Mientras, se entrecruzan comentarios leídos horas antes sobre la Relatio Synodi. Denoto apego a las seguridades, al aferrarse a tradiciones con solera pero que no son la esencia. La bechamel desaparece con un poco de agua a presión. Lo justo para renovarse y ser útil de nuevo. La bandeja reluce.
Domingo. Pablo VI en los altares. Estoy con Laboa: en España no le hemos reconocido. No le quisimos conocer.
Lunes. Jordi Llisterri celebra el V aniversario del portal Catalunya Religió. Felicidades. A la Iglesia catalana por apostar por lo digital. A Llisterri, por elegir la parroquia de Santa Madrona, en el corazón de un barrio lleno de aristas, reconvertida en atrio de los gentiles.
Martes. Calle Mallorca. Teresa me invita a comer a su casa. Con toda su familia.Abre las puertas y me lleva hasta la cocina. ¡Impagable sentirse uno más y no extraño! Cuando alguien te enseña los pucheros es porque no tiene nada que esconder y lo tiene todo para compartir: talento, sueños, trabajo. Sin pedir carné de pertenencia ni pasar por aduana. La Cataluña de las puertas abiertas.
jose.beltran@ppc-editorial.com
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