En ‘El revés de la trama’ Javier Morales recensiona Inercia gris (David Aliaga) y Nido ajeno (Nuria Sierra Cruzado)
Título: Inercia gris
Autor: David Aliaga
Editorial: Editorial Base, 2013
Ciudad: Barcelona
Páginas: 104
Título: Nido ajeno
Autor: Nuria Sierra Cruzado
Editorial: El Pez Volador, 2014
Ciudad: Madrid
Páginas: 134
JAVIER MORALES | Raymond Carver sigue siendo una referencia ineludible para los nuevos narradores. Uno de ellos es David Aliaga (Barcelona, 1989), quien se estrena como narrador con Inercia gris (Editorial Base). En este libro reúne Aliaga una colección de relatos ambientados en los Estados Unidos; y este dato no es baladí, porque este periodista catalán ha querido rendir un tributo y un homenaje a un universo cultural que, en cierta forma, para bien y para mal, forma parte ya de nuestro imaginario colectivo.
Aliaga no solo no quiere ocultar la huellas de Carver o de su amigo Tobias Wolff, sino que las hace visibles en historias que nos hablan de perdedores, de la soledad de la gran urbe, de la pérdida del trabajo, de las frustraciones y de los miedos cotidianos. Un par de relatos (Le Tallec, Schaars y el horror en el arte y Composición VI) apuntan a otros prometedores caminos estéticos.
También en la estela de la narrativa norteamericana, pero más cerca de la prosa irónica y el humor inteligente de Lorrie Moore (Nueva York, 1957), se encuentra otro primer libro de relatos, Nido ajeno (Colección Pez Volador), de Nuria Sierra Cruzado (Madrid, 1975). Como en Pájaros de América, el celebrado libro de Moore, al que Sierra hace más de un guiño, también en Nido ajeno nos encontramos con personajes desubicados que buscan su lugar en el mundo. En su boca, Un ascensor en la colina, Cosas que le pasan a otro, Deja que siga cavando o Papeles son algunos de los relatos más destacados de esta colección, publicados en una cuidada edición, y en los que, con una prosa precisa y cortante, Sierra se adentra en la memoria, la infancia, las relaciones personales, el mundo del trabajo o el vacío que deja el amor.
En el nº 2.921 de Vida Nueva