JUAN CARLOS RODRÍGUEZ | El mortal ataque contra el semanario satírico francés Charlie Hebdo, hace ya casi un mes, vuelve a poner sobre la mesa un tema largamente debatido: ¿dónde se sitúan los límites de la libertad de expresión cuando entran en juego sentimientos tan arraigados como las convicciones religiosas? A finales de febrero, se inaugurará en Madrid una nueva edición de ARCO, la Feria Internacional de Arte Contemporáneo donde no pocas veces se han expuesto creaciones que han generado polémica en torno a este mismo asunto. Los artistas reivindican su condición transgresora frente a la amenaza de posibles censuras, pero ¿dónde acaba la legítima provocación y empieza la simple ofensa?
Religión, arte y libertad de expresión, ¿dónde acaba la provocación y empieza la ofensa? [extracto]
Pliego publicado en el nº 2.928 de Vida Nueva. Del 7 al 13 de febrero de 2015