DOMINGO MARTÍNEZ (BAÑOS DE VALDEARADOS, BURGOS) | Considerar a la familia como la célula económica básica es un acierto, tal como se demuestra en el día a día de no pocos que han podido afrontar la crisis gracias a sus parientes.
Las medidas tributarias, calificadas como “impuestos negativos”, son necesarias pero insuficientes. El Gobierno del PP debe poner todo su empeño en sacar adelante cuanto antes un plan integral de apoyo a la familia. Un plan con propuestas orgánicas completas debidamente presupuestadas, no solo con principios grandilocuentes que sirvan para convertirse en titulares periodísticos.
Un plan que afronte también el problema de la natalidad, una de las mayores incógnitas del presente y del futuro de la sociedad española.
En el nº 2.930 de Vida Nueva
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