JOSÉ PANIEGO RIVERO, correo electrónico | En Catalunya Cristiana hay una carta al director escrita por Rosa Bonals y cuyo título es “Cultivo del amor”. En ella nos explica cómo un matrimonio tomó la decisión de salir de casa periódicamente y pasar un día en el bosque, respirando el aire puro y contemplando las bellezas de la naturaleza, lo que mejoró sus relaciones matrimoniales. He aquí una forma sencilla de cultivar el amor.
Otra forma de este cultivo sería promocionar la propia aceptación, que consiste en valorar los aspectos positivos y negativos que todo ser humano lleva consigo en su vida. Aceptar los aspectos negativos de mi vida será el mejor medio para aceptar las limitaciones de quienes conviven conmigo.
En el matrimonio, la mutua aceptación de los cónyuges es el mejor medio para asegurar el amor y la convivencia de la pareja, máxime si tienen descendencia, pues los niños necesitan del amor y comprensión de sus padres más que del aire que respiran.
Los psicólogos nos dicen que, en la mayoría de las personas, un 80% de sus posibilidades tienen aspectos positivos frente a un 20% de negativos. Promocionar los positivos hubiera sido el mejor remedio para evitar las 27.266 demandas de divorcio que hubo en España en 2014.
En el nº 2.930 de Vida Nueva
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