ANTONIO PELAYO | Corresponsal de Vida Nueva en Roma
El nuevo secretario para las Relaciones con los Estados, Paul Gallagher, está “cayendo muy bien” a sus interlocutores diplomáticos, que lo ven accesible, bien informado y muy equilibrado en sus juicios.
En su reciente discurso pronunciado en Bratislava a los consejeros jurídicos de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE), ha dicho: “No es tarea de la Iglesia poner en marcha políticas del día a día y atribuirse competencias que no tiene. No conocemos las medidas concretas que podrían ser necesarias, por ejemplo, para asegurar la seguridad y la libertad de todos los emigrantes que buscan nuestra ayuda. Más bien se trata de invitar a los políticos, a veces incluso amonestarles, a alzar la vista y a mirar más allá de las soluciones a corto plazo”.
En el nº 2.933 de Vida Nueva