JESÚS SÁNCHEZ CAMACHO | Profesor CES Don Bosco
El cardenal Wilfrid Fox Napier, arzobispo de Durban (Sudáfrica), ha dado un golpe en su cuenta de Twitter. Se ha cansado de escuchar a los que dicen que el cardenal Walter Kasper es el teólogo del Papa. El purpurado sudafricano se une así a otros como Raymond Leo Burke, Gerhard Müller, Walter Brandmüller, Velasio De Paolis o el arzobispo Carlo Caffarra, quienes discrepan con la renovación que se viene abonando para octubre de 2015, en el Sínodo de la Familia. Pero la discusión ni se está quedando en Twitter ni es cosa exclusiva de los prelados; una investigación de The Jesuit Institute South Africa ya ha estudiado las opiniones de una muestra representativa de católicos.
Cinco décadas atrás, la Iglesia también debate haciendo el rodaje para la cuarta sesión del Concilio. Así lo hace Vida Nueva, preocupada por la cristología, a tenor de la llegada a España de la película El Evangelio según San Mateo. En un editorial del nº 467, la revista discrepa de un articulista del diario Arriba, que tilda al Cristo de Pasolini de mirada “torva, huidiza y de soslayo”. El semanario considera grave que “el señor Suevo afirme: Nunca tuvo –Cristo– un deliberado propósito de justicia social”, y lo contraargumenta, exponiendo la conexión entre dos realidades: la espiritual y la temporal.
En el despiece de un reportaje, Vida Nueva, también preocupada por la eclesiología, a causa de un artículo donde Ángel Ruiz Ayúcar, director del rotativo El Español, denuncia el “grave peligro de guerra civil dentro de la Iglesia”. La revista acusa al periódico de parecer “alistado en las filas del más absoluto integrismo espiritual” y señala el tono agresivo de “algunos pequeños grupos [que] se resisten, en nombre mismo de la más pura ortodoxia, a aceptar de buena gana el clamor unánime de la Iglesia por un aggiornamento”.
Ese tono lo reconocemos hoy en voces que celebran la no renovación de Jorge Costadoat. Tras 20 años como profesor, a la Universidad Católica de Chile no le interesa su voz en la mesa del debate teológico.
En el nº 2.938 de Vida Nueva