La brecha se agranda entre Obama y los obispos de EE.UU. El penúltimo desencuentro ha surgido por la invitación de la católica Universidad de Notre Dame para que el presidente intervenga en la ceremonia de graduación, el 17 de mayo. A la negativa reacción del obispo local -que anunció que boicoteará el acto si Obama acude- se han sumado al menos trece prelados, incluido el cardenal George, para quien “está claro que Notre Dame no entendió lo que significa ser católico cuando emitió esa invitación”. Tanta dureza responde al apoyo de Obama al aborto y a la investigación con células embrionarias. Aunque lo que está en juego, alientan otros colectivos en aquel país, es la capacidad de la Iglesia para confrontar sus enseñanzas y descubrir la verdad a través de la razón.
En el nº 2.657 de Vida Nueva.
