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‘Una vida inspirada por el Evangelio’, ‘Buscadores de Dios’, ‘Juntos hacia Dios’ y ‘Totalmente de Cristo’


Cuatro obras de Publicaciones Claretianas. La recensión es de Pedro Barrado
libros-publicaciones-claretianas 'Una vida inspirada por el Evangelio', 'Buscadores de Dios',

PEDRO BARRADO | Estas cuatro obras que presentamos son los primeros títulos –no consecutivos, ya que ostentan respectivamente los números 2, 3, 8 y 11– de la colección ‘Curso Breve’ que Publicaciones Claretianas empezó a lanzar el pasado 2014. Se trata de manuales sencillos y breves que recogen los elementos fundamentales para un “curso de Vida Consagrada”. De hecho, estos manuales sirven como libro de texto para el curso anual que se imparte en el Instituto Teológico de Vida Consagrada “Claretianum” de Roma, en las modalidades “presencial” y “por correspondencia”.

Aparte del “Claretianum”, los autores son profesores también en otros centros de estudio. Así, Ricardo Volo Pérez es docente en la Facultad de Teología de Granada; Matías Augé es profesor en el “Anselmianum” y en la Pontificia Universidad Lateranense; Carlos L. García Andrade enseña en el Estudio Teológico Claretiano de Colmenar Viejo (Madrid), y Babu Sebastian es profesor en la Pontificia Universidad Gregoriana y en el Instituto Monástico del Pontificio Ateneo San Anselmo, de Roma.

Como es normal en un “curso breve” –y como se puede apreciar por los propios títulos de los libros–, estamos ante introducciones o aproximaciones a facetas diversas, en este caso de la Vida Consagrada.

  • En la primera de las obras –Una vida inspirada por el Evangelio. Nuevo Testamento y Vida Consagrada (Madrid, 2014, 126 pp.)–, Ricardo Volo ofrece al lector una sugestiva fundamentación neotestamentaria de la Vida Religiosa, que encuentra su raíz básicamente en los Doce, es decir, aquel grupo de discípulos que vivió en intimidad con Jesús. La Vida Religiosa, con sus notas de obediencia, pobreza y celibato, no es otra cosa que un signo especialmente visible de la radicalidad evangélica, aunque eso no haga de los religiosos unos “supercristianos”, ya que siempre será respuesta a una llamada particular.
  • En el libro de Matías AugéBuscadores de Dios. Orígenes y primeros tiempos del Monacato (Madrid, 2015, 137 pp.)–, dedicado a los inicios y desarrollo de las primeras formas de Vida Religiosa en la Iglesia, nos encontraremos con los nombres de Antonio, Pacomio, Basilio, Evagrio Póntico, Juan Casiano, Agustín o Benito. Y con formas religiosas como el anacoretismo o el cenobitismo, antes de llegar al monacato propiamente dicho (o, al menos, más conocido). Evidentemente, en esta obra adquirirá un notable relieve el elemento histórico, ya que todas esas realidades –a veces tan diversas– que se amparan bajo el término “monacato” estuvieron muy influenciadas por circunstancias históricas y sociales. Por ejemplo, en el establecimiento de Antonio en el desierto egipcio influyó el hecho de la extensión del cristianismo, habida cuenta de que –según se pensaba– los demonios abandonaban las ciudades y aldeas, ya mayoritariamente cristianas, y huían al desierto; por eso allí se desplazarían los “monjes” para combatirlos.
  • La obra de Carlos García AndradeJuntos hacia Dios. Vida Consagrada y Comunidad (Madrid, 2014, 133 pp.)– es de corte eminentemente teológico, ya que, partiendo de la complejidad de la Vida Religiosa, se abordan algunas notas que la caracterizan (o deberían caracterizarla). En primer lugar, que la comunidad religiosa es una comunidad cristiana, es decir, una comunidad reunida en torno a Cristo, fraterna, carismática y abierta al mundo. En segundo lugar, que la Trinidad es el origen y la fuente de la comunión; que, por tanto, debe ser comprendida como participación en la vida trinitaria. Finalmente, la práctica de esa comunión lleva a una espiritualidad –a la vez que se nutre de ella– que se apoya en cuatro pilares fundamentales: compartir la experiencia de fe, el perdón recíproco, la prioridad del amor mutuo y la corrección fraterna.
  • Por último, la obra de Babu SebastianTotalmente de Cristo. Aspectos psicológicos y formativos de la Vida Consagrada (Madrid, 2015, 126 pp.)– se puede dividir en dos partes: la primera, dedicada a la vocación (rasgos psicológicos, criterios de discernimiento, etc.); y la segunda, a los aspectos formativos (naturaleza, finalidad, itinerario…). Si la atención a la psicología es importante para cualquier persona, para la Vida Consagrada resulta indispensable, ya que los aspectos psicológicos y formativos influyen poderosamente en la madurez personal –afectiva, intelectual, racional y espiritual–, requisito indispensable para una Vida Religiosa lograda.

En el nº 2.939 de Vida Nueva.

Actualizado
30/04/2015 | 22:58
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