JOSÉ BELTRÁN | Director editorial de Vida Nueva
JUEVES 10. Misa exequial. La homilía más cercana para familiares que he escuchado en tiempo. Y efectiva para quienes solo pisan templo cuando hay luto de por medio. “Cambiemos la palabra juez por padre y el término juicio por conversación”. Rubrica un relato a modo de diálogo entre el fallecido y quien le acoge. El fallecido llega con las manos abiertas. Y aparentemente vacías, sin saber qué ofrecer. “Y Dios, le sonrió”. El padre Domiciano.
VIERNES 11. Un informe anónimo que circula por el Vaticano contra las reformas de Francisco, sobre la mesa. ¿Silenciarlo para no darles voz o denunciarlo para evitar que se muevan en lo oculto? La oposición mueve ficha. Y no es la primera. [A FONDO: Ante el Sínodo sobre la Familia, rebelión contra el Papa]
SÁBADO 12. Vigilia de oración por los refugiados. La capilla del seminario, pequeña. “Los pobres nos juzgan”, dice Osoro. Asiente su vicario social, que sabe lo que se dice. Y lo que se escribe. “Los pobres me juzgan”, me repito como un mantra hasta que toma la palabra una mujer musulmana. Habla del dolor por el fundamentalismo. De los estereotipos del los migrantes. Habla de Dios. Y como pocas veces siento que lo compartimos, que nos comparte.
MARTES 15. No me pregunten cómo, pero acabo el día en el funeral por Lina Morgan. No hay “celebrities”. Pero sí pueblo llano. En la bendición final, su público se pone en pie, de forma espontánea. Como si hubiera bajado el telón. Ovación de las de Plácido en el Real. Tanto se alarga que el padre Ángel tiene que interrumpir con el “Podéis ir en paz”.
jose.beltran@ppc-editorial.com
En el nº 2.956 de Vida Nueva.