ANTONIO PELAYO | Corresponsal de Vida Nueva en Roma
Lucio Ángel Vallejo ha pasado unas navidades “distintas”. El magistrado vaticano que dirige su proceso le ha permitido la “libertad provisional” con una serie de condiciones. Ha pasado las fiestas en el Colegio de los Penitenciarios, edificio donde se encuentra la sede del tribunal y el comando de la gendarmería.
Ocupa un mini-apartamento (el mismo que fue morada durante algunos meses del nuncio pederasta polaco Jozef Wesolowski) y convive con la comunidad franciscana de la casa. Puede recibir visitas, ver la televisión, leer periódicos, responder al numeroso correo que le llega y pasear, sin abandonar nunca los protectores muros vaticanos.
Esta situación se prolongará hasta que concluya el proceso, que no reiniciará sus audiencias hasta después del 20 de febrero y que previsiblemente durará varios meses.
En el nº 2.971 de Vida Nueva