“Por cada kilo de coltán mueren dos niños en la RD del Congo”

Vázquez Figueroa denuncia que miles de menores son obligados a extraer minerales o a luchar en la guerra

nino-coltan(José Carlos Rodríguez Soto) Cuenta el escritor y periodista Alberto Vázquez Figueroa que durante un viaje a la República Democrática del Congo hace algunos años le llamó la atención ver infinidad de niños que se pasaban todo el día escarbando en la arena de los ríos y metiéndose en agujeros dónde sólo ellos podían entrar. Buscaban coltán (combinación de columbio y tántalo), un preciado mineral extremadamente dúctil, muy resistente a las altas temperaturas y cien veces mejor conductor de la electricidad que el cobre, indispensable en la fabricación de teléfonos móviles, ordenadores portátiles, GPS y artilugios de la industria bélica de última generación como los misiles teledirigidos. “Como ellos -asegura- en África hay miles de niños que han sido arrancados de sus familias y trabajan 12 y 14 horas diarias, sin cobrar nada, en la extracción de minerales. Si un día llega un señor de la guerra y les ofrece un fusil a cambio de darles de comer y de hacer lo que quieran, no lo dudan y se van con él”.

ninos-coltanLa primera experiencia del novelista tinerfeño con la realidad de los niños esclavos en África fue durante su infancia, a principios de los años 50 en el Sáhara español, y pocos años más tarde comprobó que la mayoría de los trabajadores que extraían el cacao a golpe de machete en Costa de Marfil eran niños que no recibían ninguna paga. Pero fue durante su primera misión como corresponsal de guerra, en el Chad en 1971, cuando se vio enfrente de niños “que vestían uniforme y llevaban un rifle que era más alto que ellos, y que podían ser impredecibles y más crueles que los militares adultos”. Lo único que conseguía calmarles era sacarles una foto con una cámara polaroid, que en sus misiones periodísticas llevaba siempre para salir de situaciones difíciles frente a menores que le apuntaban con un fusil.

Sensibilización

Hablando de sus viajes por un continente que conoce bien, Vázquez Figueroa ahonda en las causas económicas de los conflictos que se libran en suelo africano dentro de una labor de sensibilización en la que él mismo se ha implicado sobre el drama de los niños soldado, una tarea que en España organiza la Coalición Contra el Reclutamiento de Menores en Ejércitos, que está integrada por Amnistía Internacional, Save the Children, la Fundación El Compromiso y tres ONG ligadas a los jesuitas: Alboán, Entreculturas y el Servicio Jesuita a los Refugiados. Según Naciones Unidas, hay en el mundo 250.000 menores (300.000 según Amnistía Internacional) en las filas de ejércitos regulares, grupos rebeldes y milicias paramilitares. República Centroafricana, Somalia, Uganda, Filipinas, Sri Lanka, Irak, Myanmar y Pakistán son algunos de los 24 países que, según la Coalición Internacional para acabar con la utilización de los niños soldado, integran esta lista vergonzosa. Según informan las organizaciones que denuncian esta práctica contra los menores, su número ha disminuido algo durante los últimos años, pero no tanto por buena voluntad de los países implicados, sino simplemente porque algunos conflictos han llegado a su fin, como el de Costa de Marfil, Burundi, Liberia o Sierra Leona.

ninos-coltan-2El escritor, una de cuyas últimas novelas lleva precisamente el título Coltán, es una de las voces que más han resonado en nuestro país denunciando el papel que la explotación de este mineral tiene en el origen de las tres guerras que desde 1996 han asolado el este de la República Democrática del Congo. “Hemos presentado estos conflictos como luchas inter-étnicas entre hutus y tutsis. Eso es mentira. Es por el coltán, pero lo hemos ocultado cuidadosamente porque si habláramos de ello a las claras, de que por causa de la lucha por este mineral han muerto en el Congo cinco millones de personas, sería un escándalo inaceptable”. La reanudación de esta guerra el año pasado ha provocado el desplazamiento de, al menos, 250.000 y varias masacres, algo que la MONUC (que tiene un contingente de 17.000 soldados en el país) no fue capaz de frenar. “El general español [Díaz de Villegas] que había sido nombrado para dirigir las fuerzas de paz de Naciones Unidas en este país dimitió a las dos semanas porque no le dejaban hacer nada”, recuerda. Figueroa cuenta cómo hace algunos meses acudió al hotel Palace de Madrid para dar una conferencia a 300 responsables de servicios informáticos de oficinas ministeriales: “Pregunté a los asistentes si sabían lo que era el coltán, y sólo uno me supo responder”.

Seguramente, menos sabrían aún que el 80% de las reservas mundiales de este mineral está en la RD del Congo. “Por cada kilo de coltán que se extrae mueren dos niños en este país -aseguró Vázquez Figueroa -, pero si no nos llegara este producto los aviones no podrían despegar de nuestros aeropuertos, ni podríamos hablar gratis con nuestros familiares y amigos que viven en la otra punta del mundo usando el skype. En nuestro mundo desarrollado hemos cometido tres grandes errores sobre nuestro futuro: dejarlo en manos de los políticos, dejarlo en manos de los banqueros y dejarlo en manos de un puñado de niños esclavos que extraen coltán en lugares de África donde hay guerras en las que, además, se les utiliza para combatir. ¿Cómo es posible que basemos nuestro futuro en que un niño esté todo el día picando piedra en el Congo? Estamos locos”.

vazquez-figueroaVázquez Figueroa tiene también muy presente otro conflicto olvidado, el que tiene lugar también en el Congo, en el remoto noreste del país. Allí, la guerrilla ugandesa del Ejército de Resistencia del Señor (LRA en siglas inglesas), liderada por Joseph Kony y que, desde 1986 ha secuestrado más de 40.000 menores, ha matado durante los meses de diciembre y enero pasados a 900 personas -muchas de ellas niños-  en aldeas de la provincia del Alto Ulele. Algunas organizaciones humanitarias han denunciado la falta de acción de la MONUC para defender a la población civil. Con evidente ironía, el escritor -que prepara su última novela sobre esta tragedia humanitaria- recuerda una reciente resolución del Parlamento Europeo para pedir la detención de Joseph Kony, sobre quien pesa una orden de arresto de la Corte Penal Internacional desde 2005. “Ese monstruo lleva más de veinte años usando miles de niños soldado y asesinando a civiles inocentes sin que nadie le pare los pies, ¿y porque unos señores con chaqueta y corbata en Bruselas firmen un documento le van a detener?”. 

El tema de los niños soldado ha recibido algo más de atención durante las últimas semanas debido al juicio que comenzó en La Haya el pasado 26 de enero contra Thomas Lubanga, detenido en 2006 y uno de los señores de la guerra del Congo acusado por la Corte Penal Internacional de crímenes de guerra. Es la primera vez que se juzga a un responsable del reclutamiento forzoso de niños.

jcrsoto@vidanueva.es 

En el nº 2.660 de Vida Nueva.

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