Una obra de José Luis Sicre, editada por Mensajero
DOLORES ALEIXANDRE, RSCJ |Hace muchos años, cuando daba clase de Religión en un colegio, pregunté al comenzar el curso a un grupo de niños de 11 años: “¿Qué queréis que sea la clase de Religión?”, y uno de ellos contestó: “Que no sea un cansancio”. Me impresionó la temprana asociación entre “religión”-“cansancio” que había acumulado ya aquella criatura, y lo malo es que temo la respuesta que recibiría hoy si preguntara a cristianos adultos: ¿cuántos estáis de acuerdo con la impresión de aquel niño?.
Muchos de los libros que aparecen en los escaparates de las librerías le aburren a la mayoría de la gente; así que, cuando encuentras uno que no solo no aburre sino que entretiene, es original, hace sonreír y encima te ayuda a aprender cosas, es una verdadera suerte.
A partir de la constatación de un amigo (“la gente no entiende los Evangelios”), el autor idea una trama ingeniosa: un debate en la corte celeste con el Espíritu Santo como moderador. Satán y sus aliados defienden el punto de vista del hombre moderno, obsesionado por lo que ocurrió realmente, mientras los evangelistas defienden el valor de los símbolos como forma de transmitir un mensaje más universal y profundo. Y lo hacen ante una Trinidad “distendida” y amistosa (el Padre reconoce estar cansado de escuchar a los veinticuatro ancianos repitiendo siempre lo mismo; al oír hablar de los amigos de Satán, pregunta si se refieren a los teólogos…).
El lector se reconoce con frecuencia en los argumentos que presentan este y sus secuaces: “Los Evangelios dicen cosas tan distintas, a veces tan contradictorias, que hacen perder la fe…”; “ahora resulta que los reyes magos no traían camellos, que las estrellas no se paran, que no hubo matanza de niños inocentes, ¿cómo creerse todo lo demás…?”; “según Mateo, el padre de José se llamaba Jacob, mientras que en Lucas era Elí: ¿en qué quedamos?”.
Cambios razonados
Marcos, Mateo y Lucas van explicando sus puntos de vista, los cambios que introducen, la intención que los guía. Sus argumentos van calando en el lector acostumbrado a leer los Evangelios buscando exactitud histórica, empeñado en la reconstrucción precisa de los hechos, rechazando cualquier discrepancia en los textos, resistente a la dimensión simbólica (no hay más que recordar la polémica creada recientemente por la dichosa cabalgata de Reyes…).
Vamos escuchando razones que corrigen viejos hábitos de lectura: “Lo que interesaba a los Evangelistas no era lo que había ocurrido exactamente, sino interpretar los hechos en profundidad”; “para ellos contar era la mejor manera de enseñar”; “se adaptaron a sus distintos auditorios y emplearon presentaciones dramáticas”; “no quitaron nada de los esencial, sino que copiaron de la tradición”; “el Espíritu Santo inspira las mismas ideas con relatos diferentes”…
Una vez terminado el libro, una sugerencia: dejar atrás “la trama”, que ya ha cumplido su misión de introducir de manera amena las cuestiones y, Evangelios en mano, utilizar el libro como manual de aprendizaje y estudio. Por ejemplo:
- Utilizar los textos en paralelo que van apareciendo para acostumbrarse a observar diferencias (pp. 50, 92, 106-107…).
- Buscar las preguntas de Jesús en Marcos que no aparecen en Mateo y Lucas (pp. 116-117).
- Buscar los aforismos o frases hechas que se ponen en boca de Jesús (p. 121).
- Qué empleo hace cada evangelista de las parábolas (pp.133 ss.).
- Qué enseñanzas de Jesús según Lucas no aparecen en Mateo (p. 142).
- Diferencias en los relatos de milagros (pp. 219 ss.); en los de la Pasión y Resurrección… (pp. 250-282).
Dice José Luis Sicre que escribió el libro en mes y medio. A un lector “aplicado” su lectura puede durarle muchos meses más. Y con provecho.
Lo recomiendo por…
Porque reúne todo eso que valoraba tanto Tirso de Molina: “Deleitar aprovechando”.
Otro imprescindible
Bruce W. Longenecker, Las cartas perdidas de Pérgamo, Ediciones Sígueme (Salamanca, 2004).
FICHA TÉCNICA
Título: Satán contra los evangelistas. Un debate en el cielo
Autor: José Luis Sicre
Editorial: Mensajero, 2015
Ciudad: Bilbao
Páginas: 288
En el nº 2.974 de Vida Nueva