ANTONIO PELAYO | Corresponsal de Vida Nueva en Roma
En el intercambio epistolar que estos días hemos conocido que se ha dado entre Hans Küng y el Papa, a muchos les ha sorprendido que este le haya llamado, en alemán, “querido hermano” (“lieber mitbruder”).
¿Podía dirigirse de otra manera el Pontífice a quien, a pesar de todos los pesares, que no han sido pocos, no ha dejado nunca de declararse teólogo católico y sacerdote? Harina de otro costal es la viabilidad del diálogo que Küng propone sobre la infalibilidad papal, aunque Bergoglio no concibe este dogma como Pío IX, por citar al papa que promovió su definición.
En el nº 2.987 de Vida Nueva