PABLO MORATA, capellán del Centro Penitenciario Madrid III (Valdemoro) | Recién celebrado el Jubileo de los reclusos, recordamos lo que supone vivir en primera persona una de las obras de misericordia corporales: visitar a los presos. En vísperas de la clausura del Año de la Misericordia convocado por el papa Francisco, el autor –capellán penitenciario– comparte su larga experiencia de acompañamiento a tantos hermanos privados de libertad, para enseñarnos que, también entre rejas, es posible hacer realidad las demás obras de misericordia. Espirituales y corporales.
Las obras de misericordia (5): visitar a los presos [extracto]
Publicado en el número 3.011 de Vida Nueva. Ver sumario