Una obra de Juan José Hernández Alonso (Sal Terrae) La recensión es de Raúl Berzosa, obispo de Ciudad Rodrigo
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Título: Jesús de Nazaret. Sus palabras y las nuestras
Autor: Juan José Hernández Alonso
Editorial: Sal Terrae
Ciudad: Santander, 2016
Páginas: 632
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RAÚL BERZOSA, obispo de Ciudad Codrigo | Sobre Jesús de Nazaret se han escrito y se siguen escribiendo continuamente libros. Con más o menos fortuna, profundidad y aportaciones. El original del profesor de Eclesiología Juan José Hernández, sacerdote de Ciudad Rodrigo, aparece en un momento de madurez existencial del autor. Y –añado– de madurez en la Cristología, después de las más recientes aportaciones del papa Joseph Ratzinger o, en círculos españoles, de José Antonio Pagola. Así lo subraya el prólogo escrito por monseñor José Sánchez, obispo emérito de Sigüenza-Guadalajara. Y el haber sido publicado en la prestigiosa editorial Sal Terrae (en su colección Presencia Teológica) ya es garantía de calidad y, en este caso, de cantidad (632 páginas).
El libro consta de catorce capítulos, con una introducción y una conclusión final. Los dos primeros abordan la problemática en torno al “Jesús histórico” y a los “presupuestos y metodología empleados”. Los tres siguientes capítulos se centran, respectivamente, en el “contexto de la vida de Jesús” (cap. 4), en “El anuncio del Reino de Dios” (cap. 5) y en “Las actitudes y milagros de Jesús de Nazaret” (cap. 6). Es la sección que pudiéramos denominar de “Jesuología”.
La Cristología, propiamente dicha, se aborda en el cap. 7 (“Sobre los títulos de Jesús”), en el cap. 8 (“El Hijo del Hombre”), en el cap. 9 (“El Mesías”) y en el cap. 10 (“El Hijo de Dios”). Concluyéndose la obra con lo que pudiéramos denominar “la Soteriología”: “El conflicto final de Jesús” (cap. 11), “La última cena de Jesús” (cap. 12), “Resucitó” (cap.13), además de un brillante y sugerente capítulo 14: “La fe de la Iglesia en Jesús de Nazaret o el Credo eclesial”.
La bibliografía utilizada, en diversas lenguas, es muy completa y actual. Y el aparato crítico, a pie de página, es acertado y adecuado.
Dos preguntas finales. La primera: “¿Por qué y cómo se ha podido escribir esta obra?”. Sin duda, por amor a Jesucristo y a su Iglesia. De ahí el subtítulo: Sus palabras y las nuestras, que se puede intercambiar por “sus amores y los nuestros”. Es un libro de “agradecimiento” a toda una vida de fe dentro del cristianismo y de experiencia docente y de investigación teológica, con dominio de la Sagrada Escritura y de la Tradición viva.
La segunda pregunta obligada: “¿A quién se dirige esta publicación?”. En primer lugar, a cualquier bautizado que desee profundizar, de forma actual, en el núcleo de su fe en Jesucristo. De aquí sacará fuerza (parresia) para anunciar a Cristo y su Evangelio. Y, en segundo lugar, es, sin duda, una obra recomendable para los alejados, para los inquietos buscadores de lo esencial en este cambio de época y, por qué no, para quienes, profesando otros credos y religiones, deseen acercarse a la figura “integral” de Jesús de Nazaret.
Una observación necesaria: el autor, desde una mística o experiencia espiritual equilibrada, logra transmitir y contagiarnos la frescura del kerigma originario. En la línea de lo que nos viene pidiendo el papa Francisco en Evangelii gaudium.
Publicado en el número 3.019 de Vida Nueva. Ver sumario