(Faustino Catalina– Redactor Jefe de los Programas Sociorreligiosos de la cadena COPE) Veinte años después de la matanza de Tiananmen, que dejó centenares de víctimas nunca reconocidas por el Gobierno comunista, los chinos siguen sin conocer la verdad de lo que pasó aquel 4 de junio. Desde entonces, China ha despuntado como una potencia económica mundial que ha vendido al mundo una falsa imagen de apertura durante los Juegos Olímpicos del pasado año, y que continuará con la Exposición Universal de Shangai en 2010. En vísperas de que el próximo 1 de octubre se cumplan 60 años de la creación del Estado comunista, en 2009 se conmemoran varios aniversarios decisivos de su reciente historia, como los 50 años de la revuelta del Tíbet o los 10 años de la represión del movimiento Falun Gong. Celebraciones consideradas como amenazas de insurrección por las autoridades chinas y sofocadas con extraordinarias medidas de seguridad, detenciones y control de la información para evitar cualquier expresión pública de crítica. El Gobierno comunista pisotea los derechos humanos y coarta la libertad de expresión y la libertad religiosa, que sufren especialmente los católicos, mientras millones de chinos buscan hoy en la religión nuevos valores que den sentido a sus vidas.
Pliego íntegro, en el nº 2.664 de Vida Nueva (del 13 al 19 de junio de 2009).