Ante el final de ETA: un paso adelante para seguir dando pasos

Pilar Chasco, delegada del Servicio Diocesano del Laicado de la Diócesis de Vitoria

Pilar Chasco, delegada del Servicio Diocesano del Laicado de la Diócesis de VitoriaPILAR CHASCO | Delegada del Servicio Diocesano del Laicado de la Diócesis de Vitoria

Cuando escuché el anuncio de la entrega de las armas, lo primero que pensé es que ya era hora de escuchar un paso así de importante. Es una buena oportunidad para caminar hacia la paz, la reconciliación y el fin de ETA. Me produjo alegría y esperanza porque, a pesar de que algunos lo vean como una estratagema para conseguir otros objetivos, si no somos capaces de verlo como una oportunidad y empezamos con recelos e intereses partidistas, no conseguiremos avanzar. Quiero creer que estamos llegando al final de ETA.

El tema de la paz y la reconciliación siempre ha estado presente en la Delegación del laicado de Vitoria. Hemos intentado informarnos y formarnos, organizando charlas, muchas con el obispo Juan María Uriarte, quien nos ha ido ayudando a situarnos en cada momento a lo largo de este proceso.

Paralelamente hemos ido trabajando en pequeños grupos en parroquias, buscando luz y ser luz en la búsqueda de la paz y la reconciliación. Muy pronto, el Secretariado Social abordará precisamente este tema en unas jornadas para seguir sabiendo dónde estamos como Iglesia y dónde queremos estar.

En su momento vimos claro el compromiso que teníamos que tener con movimientos como Gesto por la Paz, después Elkarri; quizá hoy haya llegado el momento de dar un paso más, como Iglesia y de forma pública. Siempre ha habido gente de la Iglesia cerca del mundo de los presos. Quizá esa defensa del acercamiento tendría que ser apoyada ya de forma pública por la Iglesia.

Siempre hemos estado a favor de la paz y hemos caminado con cautela, una cautela necesaria, sin duda, pero el tema de los presos es también una realidad sangrante que demanda una respuesta visible de la Iglesia. Conocer personalmente a familiares de presos te acerca a esa realidad y a verla con otros ojos.

Por todo ello, celebro el anuncio de la entrega de las armas, deseo el final de ETA y espero que la Iglesia, que siempre ha estado al lado del que sufre, dé un paso más ahora en apoyo a la demanda del acercamiento de presos, y diría que de todo tipo de presos.

Publicado en el número 3.029 de Vida Nueva. Ver sumario


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