Los obispos de Burundi saludan con esperanza la paz firmada

Recuerdan, sin embargo, a los políticos que la población vive en medio de la miseria y el sufrimiento

(José Carlos Rodríguez) Nos hace falta un examen de conciencia para no volver a retroceder”. Así comienza la reciente carta pastoral Burundi ¿de dónde vienes y a dónde vas? en la que los obispos de este pequeño país aplauden los esfuerzos de paz. Tras cinco años de relativa calma, los rebeldes del Frente Nacional de Liberación (FLN) lanzaron -hace dos meses- varios ataques a la capital Bujumbura, que causaron cientos de muertos y amenazaron con el caos. Al final, las dos partes tuvieron la sensatez de negociar. El 10 de junio pasado el presidente Pierre Nkurunziza y el líder del FLN Agathon Rwuasa firmaron la paz y los líderes guerrilleros regresaron a vivir a su país.

Un escenario optimista, pero que en el caso de Burundi hay que tomar con cautela. La advertencia de los siete prelados sobre la posibilidad de “retroceder”, se entiende mirando a la historia del país, que  ellos describen como “una larga crisis que conocemos desde hace 40 años”.

Como en el caso de la vecina Ruanda, el antagonismo Hutu-Tutsi ha sido un factor decisivo en este conflicto. Tras varias oleadas de masacres interétnicas, en 1993 comenzó una guerra civil que causó unos 300.000 muertos y que se resolvió por negociación entre el gobierno de mayoría Tutsi y dos grupos Hutu rebeldes: las Fuerzas para la Defensa de la Democracia (FDD) y el más radical Frente Nacional de Liberación (FNL). El FDD de Pierre Nkurunziza ganó las elecciones de julio de 2005, a los dos años del acuerdo de paz. El FNL no firmó, pero se comprometió a respetar un alto el fuego.

Precisamente la “opción por el diálogo y la negociación” es uno de los signos positivos que los obispos burundeses señalan en el país. En su análisis, también apuntan a otros, como “una cierta libertad de expresión”, “medidas sociales como la gratuidad de la escolarización primaria” y el hecho de que “los antagonismos étnicos van siendo superados”.

Asuntos pendientes

Por lo menos no faltan las buenas intenciones de superarlos. Por todo Burundi se ven enormes carteles con la foto de un soldado y un guerrillero que arrojan las armas y se abrazan. Y como señala el representante de una de las principales ONGs, “Burundi tiene un récord poco habitual para un país africano: tener cuatro ex-presidentes que viven en el país y participan pacíficamente en su vida política” (Bagaza, Buyoya, Ntibantunganya y Ndayizaye).

Pero tampoco faltan los asuntos sin resolver. Según un acuerdo de 2005 con el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Burundi tenía que poner en marcha una Comisión de Verdad y Reconciliación y un Tribunal Especial para juzgar crímenes de guerra, que no han comenzado a funcionar. Los políticos de la oposición  acusan al gobierno de tener miedo a que salgan a la luz crímenes horribles perpetrados por el FDD. Los obispos tampoco se olvidan de que “la mayor parte de la población vive en medio de la miseria y de grandes sufrimientos”.

CRONOLOGÍA RECIENTE DEL PAÍS

1962         Independencia (1 de julio).

1972         El ejército sofoca una rebelión Hutu. Asesinatos selectivos de cerca de 300.000 Hutus.

1976         Jean-Baptiste Bagaza derroca a Michombero. Feroz represión contra la Iglesia católica.

1987         El comandante Pierre Buyoya derroca a Bagaza.

1988         Nuevas masacres interétnicas que dejan decenas de miles de muertos.

1992         Nueva legislación en la que se permiten los partidos políticos.

1993         El presidente Melchior Ndadaya, Hutu, es elegido presidente en junio. En octubre es asesinado por el ejército. Empieza la guerra civil.

1996         Buyoya da un nuevo golpe de Estado.

1998         Empiezan las negociaciones de paz con los rebeldes, con Mandela como mediador.

2003          Firma del acuerdo final de paz en Pretoria (noviembre).

2005          Firma del alto el fuego con el FNL, la última facción rebelde (mayo).

2005          El líder del FNN, Pierre Nkurunziza, es elegido presidente (junio).

2008         Tras semanas de violencia, el FLN acepta negociar y el 10 de junio firma la paz.

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