El arzobispado de Santiago anima a la participación en el proceso por una nueva Constitución para Chile
“Estamos viviendo un cambio cultural. Chile no es ajeno a ese cambio y naturalmente necesita expresar cuál es su identidad, cuál es el patrimonio de su historia y también cuáles son las novedades que el mundo contemporáneo le piden al país. Por consiguiente la idea de reflexionar sobre la posibilidad de una nueva Constitución me parece del todo normal”, expresó el cardenal arzobispado de Santiago, Ricardo Ezzati, el 3 de noviembre pasado al salir de un encuentro con la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, quien había invitado adiversos líderes religiosos para conversar sobre el proceso constituyente convocado.
Ezzati participó del encuentro como presidente de la Conferencia Episcopal de Chile y contó que en él se había hablado “de valores fundamentales que constituyen el cimiento y que van más allá de las contingencias del momento”. Personalmente consideró que lo central era “la persona humana”: “Qué significa ser persona en diálogo y en participación con otros, de tal manera que la comunidad que se constituya sea el ideal, y no solo un ideal, sino algo que vamos construyendo con el aporte de todos”.
Consulta ciudadana
Aún persiste la demanda de que este proceso sea a través de una Asamblea Constituyente, que cambie la forma tradicional de elaboración en manos de una élite. El gobiernoha implementado ‘cabildos ciudadanos’, que consisten en grupos de entre 15 y 30 personas mayores de 14 años que deben inscribirse en un portal web y allí mismo ingresar el acta con sus propuestas al término de las reuniones.
Seguirán 60 Cabildos Provinciales que abordarán los temas prioritarios de los encuentros locales, que culminarán en un Cabildo Regional el 6 de agosto en el que se debatirán los principales acuerdos parciales y desacuerdos.
“Queremos que todos sepan que su opinión y su voz cuentan” para elaborar una Constitución que refleje lo que Chile es: “un país diverso, que mira hacia adelante, donde todos tenemos derechos y deberes”, afirmó la Jefa del Estado Nacional al dar inicio a esta etapa.
También Ezzati ha invitado “a todos y todas a sentirse protagonistas, aportando desde sus valores y experticias propias a la construcción de un país que, valorando y rescatando lo mejor de su historia, sus valores y su ser, se una en la búsqueda de proyectar un mejor país en el que todos se sientan –y sean efectivamente– escuchados y considerados”.
El arzobispado de Santiago ha difundido el documento ¿Qué necesito saber y hacer? con información fundamental sobre las razones de este proceso. Entre ellas señala que para muchos las reformas hechas a la actual Constitución, elaborada y promulgada por el Gobierno Militar, no son suficientes y se requiere una nueva, o el sesgo autoritario que también se le critica.
El documento plantea el compromiso como ciudadanos y católicos de “buscar y promover la verdad en la sociedad”: “una auténtica fe –que nunca es cómoda ni individualista– siempre implica el profundo deseo de cambiar al mundo, de transmitir valores, de dejar algo mejor detrás de nuestro paso por la tierra”, expresa citando la Evangelii Gaudi del papa Francisco.Como elementos a considerar en este proceso señala elbien común y la relación del Estado con la persona; el derecho a la vida; la defensa de los derechos humanos; el derecho a la libertad religiosa; el derecho a la honra y a la vida privada; la libertad de enseñanza; el rol de la familia y el matrimonio; el derecho a la protección del medioambiente; el reconocimiento de los pueblos originarios; compromisos internacionales en materias de derechos, tales como el tratamiento de migrantes y refugiados; derechos sociales tales como salud y educación; democracia y participación política.
ROBERTO URBINA AVENDAÑO. SANTIAGO
