Un baño de realismo. Así calificó el profesor Fernando Prado la ponencia ‘Descubrir la belleza en los rostros desfigurados’, de Sebastián Mora, secretario general de Cáritas, en la segunda jornada de la Semana para los Institutos de Vida Consagrada, hoy viernes 21 de abril.
Mora ha bajado hasta las periferias para recalcar que “no podemos hacer de la periferia cualquier cosa. La periferia es sentir y sufrir, si no la sufres es que no estás”. Y ha añadido: “Las periferias no se estudian, se viven, y vivir es sentir miedo, desconocimiento, llorar, reír…”.
En el mismo sentido, ha dejado claro que “ir a las periferias no es un ejercicio teórico, sino pasional”. En una sociedad que vive inmersa en los datos, el secretario general de Cáritas ha alertado de que “nos estamos olvidando de los rostros”. Y lo ejemplifica con los recientes datos del PIB. “Estamos muy contentos porque tendremos los mejores datos de Europa, ¿y las personas que están detrás de ese dato donde quedan?”, se ha preguntado.
“Los cristianos estáis como un cencerro”
Mora se hizo rápido con un auditorio que le conoce. “Yo también soy parte de la Vida Religiosa, aquí me siento como en casa, porque de vosotros he aprendido durante muchos años”, ha explicado.
Ver la belleza en el rostro herido es un ejercicio complicado. Lo recuerda al comienzo de su alocución. De hecho, al preparar la ponencia, un amigo no creyente le dijo: “Evidentemente, los cristianos estáis como un cencerro, ¿cómo va a haber belleza en el dolor?“.
¿Y qué es la belleza? “Es una conmoción contemplativa que nos conduce al otro y a lo otro, porque la belleza que nos conduce a nuestro ombligo no es de Dios. La belleza de la cruz es otra”, ha afirmado.
“La realidad precede a la idea”
Sebastián Mora habla desde la realidad, porque “la realidad precede a la idea”. Además, ha comentado que no es el momento de comparar si en otros tiempos estábamos mejor o peor, ya que “el problema principal es el gigantismo de lo que estamos viviendo”.
Ahora estamos en otro estadio histórico, “no hablamos de excluidos, sino de expulsados, porque hay población sobrante, descartes, como diría Francisco”, ha reflexionado. Y es que el hecho de que existan vallas o expulsiones en caliente “significa que hay gente que nos sobra”. Y ha dejado claro que “la forma en la que tratamos a los inmigrantes es la forma en la que nos vemos como sociedad”.
Mora recordó un congreso de economistas en el que se advertía de que África era necesaria para el desarrollo de la humanidad, pero los africanos no lo eran. Una muy dura declaración que se escuchó en aquel momento. “El problema es que esta lógica económica se acaba aplicando a la lógica humana”, ha denunciado.
“Si no bajamos al dolor no contemplaremos la belleza”
Al mismo respecto, Mora, parafraseando a Gloria Fuertes, ha dicho que “no se puede encontrar la paz sin bajar al infierno”, porque “si como sociedad no bajamos al dolor, no contemplaremos la belleza del crucificado”.
Por último, el secretario general de Cáritas invitó a los religiosos a salir del “yoísmo”: “La experiencia es la vivida con ellos y para ellos, a veces decimos que nos entregamos a los otros pero sin los otros”.
Y ha acabado lanzando una dura pregunta al auditorio: “¿Queremos transformar la realidad o queremos que los pobres sean instrumento para nuestra formación?“.