Hace un año la tierra tembló en la provincia ecuatoriana de Marabí. El más destructivo en el país en las tres últimas décadas. En total, más de 670 muertos, un millón de afectados y una región completamente derrumbada. Por este motivo, la Conferencia Episcopal ha iniciado una campaña de sensibilización para obtener donativos que lleguen a la Iglesia ecuatoriana a través del llamado Fondo de Nueva Evangelización.
“El primer impulso ante una catástrofe como esta es la ayuda de emergencia. Sin embargo, cuando pasa el tiempo, con esto no basta y se hacen necesarios otros proyectos que permitan reconstruir el país. Lamentablemente en el caso de Ecuador ha habido que derrumbar gran cantidad de estructuras y volverlas a edificar”, ha explicado Juan Martínez Sáez, director del Fondo de Nueva Evangelización, en Periferias, el programa de 13TV, que se ha sumado a esta llamada de solidaridad.
“Ahora es tiempo de planificar bien mirando al futuro y con edificios antisísmicos”, explicó el sacerdote, que anunció que, con este fondo, buscan desarrollarse proyectos pastorales que van desde la reconstrucción de parroquias a la formación de catequistas, pasando por la financiación de vehículos…
La religiosa Juana del Rosario en un improvisado templo que han levantado en Pedernales, ciudad castigada por el terremoto/EFE
“Hablar de Fondo de Nueva Evangelización fue profético cuando dio sus primeros pasos en 1997. Antes de que se acuñara el término en Roma, los obispos españoles se adelantaron a utilizarlo”, señaló este misionero del Verbum Dei sobre esta iniciativa que en todo este tiempo ha repartido más de 3 millones de euros.
De hecho, en la última reunión del Comité Ejecutivo ha aprobado una partida de alrededor de 678.000 euros para este fondo y, se espera, que a final de este 2017 se llegue a los dos millones de euros que se repartirán en proyectos presentes en todos los lugares del planeta y que cuentan con el asesoramiento de Cáritas, Manos Unidas y Obras Misionales Pontificias.
