En entrevista para Vida Nueva Digital México, la catedrática de la Universidad Anáhuac, Almendra Ortiz de Zárate, afirmó que la comunicación entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump y el papa Francisco “no ha sido tradicional, pues a través de algunos mensajes de Twitter ha habido encuentros que no necesariamente han seguido una pauta cordial… El papa Francisco ha sido cordial, pero Trump de alguna manera se ha manifestado de manera no tradicional con sus declaraciones”.
Los días 26 y 27 de mayo, el mandatario estadounidense viajará a Italia para la reunión del G7. En ese contexto, la profesora de la Escuela de Relaciones Internacionales y Titular de la Cátedra A. G. Leventis en Estudios de Chipre explicó: “Incluso podría decir que ha sido de reto la postura de Trump; y el Papa pues ha sabido manejar de manera adecuada e inteligente las declaraciones que ha hecho Trump, por ejemplo respecto al muro… el Papa ha sido perspicaz e inteligente en la manera en que ha invitado a construir puentes y no muros entre las naciones”.
La doctora Ortiz mencionó que Estados Unidos sí considera la inmigración como una amenaza y que el tema migratorio sigue siendo polémico para esa nación: “de alguna manera estuvo muy presente en las elecciones y por ello Trump debe seguir reafirmando esa postura que le dio la victoria, ya que sus partidarios manifestaban postura contraria a la migración; se considera que para el engrandecimiento del país se debe limitar la migración para dar mayores oportunidades a los nacionales”.
Al contrario, añadió Ortiz, la visión del Papa sobre los inmigrantes en Europa “ha sido un tema difícil para los países mediterráneos sobre todo, pero el Papa ha sido muy compasivo, incluso vemos que invita a dar opciones para refugiados, más allá de una amenaza se ve como un reto en el que la comunidad internacional tiene la obligación y compromiso moral de extender la mano”.
La profesora de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad Anáhuac opinó que sí sería conveniente un encuentro entre ambos líderes. Refirió que “Trump en alguna de sus declaraciones dijo ‘no quiero pelearme con el Papa’, y esa ha sido una de las pocas (declaraciones) inteligentes, ya que a ningún mandatario le conviene pelearse con el Papa; será conveniente tener un encuentro en la medida en la que Trump no tenga actitud de reto, sino de respeto”.
La especialista en Relaciones Internacionales justificó su opinión al decir que “la voz del papa Francisco suena e impacta tanto en los mandatarios como en la comunidad internacional. El papa Francisco es una persona que tiene la habilidad de transmitir un mensaje de paz y amor, y sobre todo de impactar positivamente en otros actores”.
La titular de la cátedra A.G. Leventis destacó que “al mundo le conviene que el papa Francisco pueda manifestarse frente a Trump; creo que Trump debería ser muy cauteloso y diplomático, tendría que ser un encuentro donde no fuera a la defensiva sino a escuchar el mensaje que el papa Francisco pueda darle”.
“Desde la victoria de Trump y en su campaña incluso, las declaraciones del mandatario estadounidense han sido de alguna manera controvertidas, duras y de amenaza, entonces de alguna manera, si pudiera haber un diálogo entre el papa Francisco y Trump, sería una aportación positiva para el mundo porque nos daría la oportunidad de hacer contrapeso positivo a las declaraciones que ha hecho Trump en los últimos meses, que son negativas sobre todo hacia los grupos vulnerables”.
Una mayor planificación
Almendra Ortiz sostuvo que pese a que Estados Unidos está buscando que el encuentro pudiera llevarse a cabo en mayo, “sería más adecuado que se siguieran las formas más tradicionales por parte de Estados Unidos, o sea, el papa Francisco está abierto a recibir siempre a cualquier mandatario; sin embargo, la diplomacia nos ha llevado siempre a saber de mecanismos o con mayores tiempos; sería más adecuado que fuera un encuentro que en particular se destinara a la visita con el papa Francisco, que fuera planeado con mayor antelación; creo que habría que esperar más tiempo, tal vez unos seis meses podría ser un poco más adecuado”.
La profesora de la Universidad Anáhuac concluyó: “El hecho de que Trump escuche al papa Francisco implica ya un beneficio para la sociedad en general porque el mensaje del papa Francisco es un mensaje de amor, y Trump en los últimos meses ha enviado un mensaje contrario a la comunidad internacional. Es positivo un encuentro que ayude a que Trump pueda escuchar el mensaje que el papa Francisco nos viene dando desde hace varios años”.