La Conferencia Española de Religiosos fue noticia el año pasado por elegir a una mujer para la presidencia, por primera vez desde la unión de las CONFER masculina y femenina. Son numerosos los medios de comunicación que han querido entrevistar a la presidenta de CONFER, María Rosario Ríos, ODN, para conocer la novedad de su nombramiento. En todos los casos, sus respuestas han destacado la “normalidad” del hecho, ya que la institución tiene una larga tradición –reflejada en los estatutos– de equilibrio entre mujeres y hombres en sus cargos.
En un sentido más amplio, tanto en la Iglesia como en la sociedad hay interés por conocer cuáles serán los pasos que proponga Francisco para dar solución a una inquietud que ha expresado casi desde los inicios de su pontificado: el papel de la mujer. De hecho, a mediados de mayo del año pasado, el Papa recibió en audiencia privada a unas 900 religiosas de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG), reunidas para su Asamblea General.
En las palabras que les dirigió, señaló: “¿Qué sería de la Iglesia sin vosotras? Le faltaría maternidad, afecto, ternura, intuición de madre…”. En ese encuentro, el papa Francisco aceptó el reto de dar pasos y, de hecho, en agosto se creó una comisión para estudiar la cuestión del diaconado femenino, integrada por seis hombres y seis mujeres; entre ellos, la española Nuria Calduch, profesora de Teología Bíblica en la Universidad Gregoriana de Roma.
Son pasos sin duda importantes, pero aún hacen falta más. Desde la CONFER creemos que es conveniente y necesario que la mujer tenga más voz y presencia en los órganos de decisión de la Iglesia. No solo en el Vaticano, sino también en las iglesias locales. Y es justo que esa presencia sea más incisiva, partiendo de la premisa de que la mujer sea plenamente sujeto en la Iglesia y en la sociedad de nuestros días.
Como señala la presidenta de CONFER, esos pasos se pueden dar desde la humildad, como personas de Vida Religiosa, y con el reconocimiento a muchas mujeres que hablan de Dios cada día y donde se encuentren desde su femineidad: “Gracias a Dios va habiendo mujeres que están ayudando mucho desde el campo de la teología (…), que expresan a Dios desde su ser mujer”.
Por todo ello, la Conferencia Española de Religiosos ha prestado especial atención a la reflexión en torno a la presencia de la mujer en la Iglesia a partir de modelos femeninos que nos muestran las Sagradas Escrituras.