VIERNES 9. SM cumple 80 años. “Nuestra misión es educar, nuestra vocación es la cultura”, sentencia el presidente de la casa al presentar el libro que conmemora la efemérides. Historia que arrancó con unos apuntes codiciados del colegio marianista de Vitoria. Aquello creció hasta tal punto que urgió a crear hace ahora cuatro décadas, la Fundación SM. Para que todo beneficio revertiera en la educación. Fundación civil, contra viento y marea clerical que buscaba hacerse con los mandos de un caramelo goloso. Dulce que mantiene sabor. A Savia. A Educamos. A Barco de Vapor. A PPC. A Vida Nueva…
A la misma hora que la celebración de SM, Francisco bendice la nueva sede de Scholas Occurrentes en Roma. Más educación. Un repaldo sin fisuras a pesar de las sospechas que hace un año alguien lanzó sobre la entidad. Me cuentan que le vieron relajado. Liberado. Sin síntoma alguno de cansancio o del encorsetamiento al que, en algún momento le obliga la realidad vaticana. “Se está despachando a gusto”, me cuenta alguien que lo vive en directo. “Está en su salsa. Bromea con los chavales a través de la videoconferencia”. Párroco Bergoglio.
SÁBADO 10. El cartel de las fiestas de mi pueblo anuncia a Georgie Dann como estrella invitada. Me despierta curiosidad y me dejo caer por el concierto. Confirmo la dignidad con la que se sube a un escenario un artista de 77 años. Con letras facilonas, dirán aquellos que buscan desmerecer a un hombre que ha sobrevivido a varias generaciones. Facilonas sí, pero con un gancho familiar que ya quisieran para sí quienes predican en soledad enaltecidos por la categoría intelectual de sus mamotretos. Juicio rápido. A vuela pluma. Será que soy populista. O popular. Vaya usted a saber.
DOMINGO 11. En la mesa de la cena. Germán me hace caer en la cuenta de la diferencia entre conversión y reconversión. Como lo segundo es tanto o más difícil que lo primero. De la camisa de once varas en la que se ha metido el Papa al reclamarle a los suyos reconvertirse. Operación reciclaje. Integral. Laudato si’ para todos.
MIÉRCOLES 14. Lectura del día. Dar plenitud. La ley. El sábado. La última letra. La tilde. Los preceptos. Cóctel perfecto para fariseos empedernidos. Pero añadan a la receta el ingrediente que falta. El fundamental. Amor. Todo cambia. Absolutamente. Por Amor. Ley y plenitud cobran otro sentido.