HUIDA RÁPIDA, por Juan Rubio

Hay lugares de los que hay que huir como gato del agua fría; hay espacios en los que permanecer mucho quema tanto como dormirse en la playa y hay compañeros de viaje con los que no se puede caminar ni una milla más porque quedas denigrado. Habrá que pensar esto durante los días de estío. Pasa también en la Iglesia.

Compartir