MIÉRCOLES 1. Cementerio. Duelo. Fin. Pero también principio. Levanto la mirada y veo a Joyce. Embarazada de siete meses. En el espacio de la muerte, vida.
JUEVES 2. Sor Ángeles Infante se detiene en las últimas horas de un mártir vicenciano. Uno entre los 60 que suben a los altares. Cuesta comprender desde la lógica humana que un joven murciano de 22 años se dirija a los tres milicianos que le custodiaban con una misericordia pasmosa: “Queremos que sepan que no nos llevamos odios ni rencores contra nadie. Perdonamos a todos, a nuestros enemigos y a los autores de nuestra muerte”. No le bastó la palabra. Abrazó a esos tres hombres cómplices. Getsemaní, a la vuelta de la esquina.
VIERNES 3. Un amigo me envía un mensaje de otro viejo amigo. “No premia el Señor el brillo de las obras sino el amor con que se hacen”. Da sentido a todo desvelo.
SÁBADO 4. Cine. ‘La llamada’. Más que humor. Más que vericuetos de género que algunos pueden agarrar para vetarla. Una provocación necesaria sobre la búsqueda de la voluntad de Dios. Sobre el lenguaje del encuentro trascendente. Sobre el empeño en atender a los signos de los tiempos cuando Él mismo se manifiesta en esos signos. Sobre los códigos adolescentes, que se nos escapan de las manos como el mercurio líquido.
DOMINGO 5. Los dos vemos unas mesas en las que habíamos quedado. Los dos contemplamos un parque de bolas como referencia. Los dos estamos junto al restaurante de comida rápida que comentamos. Pero no nos encontramos. Misma descripción, pero distinto centro comercial. Coordenadas equivocadas. Suele pasar.
LUNES 6. Juan Vicente Boo presenta libro sobre los tuits del Papa. “Francisco tiene miedo a la vanidad”, suelta sin más. Temor del que aprender.
MARTES 7. Congreso de los Diputados. La Fundación SM presenta un Pacto por la Educación en Equipo. Toma la palabra la presidenta de la Comisión para el otro pacto, el de la eterna reforma. “Después de escuchar 80 comparecencias, si no se llega a un acuerdo es por la ideología”. No veo a Teófila Martínez convencida de llegar a un buen puerto.