Después de Italia y Francia, Bélgica se convierte en el tercer país de la Unión Europea que pondrá en marcha un corredor humanitario para traer de un modo seguro y directo a refugiados que se encuentran en campamentos de Líbano y Turquía. Y, al igual que en los otros dos países, lo hará en coordinación con la Comunidad de Sant’Egidio, auténtica impulsora de esta propuesta en Europa (en España, el Gobierno lleva dos años estudiando su oferta para ponerla en marcha, estando todo preparado para el momento en el que llegara el esperado aprobado).
Tal y como han explicado hoy los responsables de Sant’Egidio, el Gobierno belga acogerá en un primer momento a 150 refugiados sirios llegados directamente de Líbano y Turquía, donde se asentaron tras lograr huir de su país, masacrado por la guerra civil. Gracias a esta vía excepcional, estas personas (y las que vengan en los siguientes traslados) se ahorrarán el peligroso tránsito desde sus campamentos hasta cruzar la frontera de la Unión Europea, donde cientos de miles de refugiados han de esquivar cada día todo tipo de trabas burocráticas y las amenazas de las mafias.
El presidente de Sant’Egidio, Marco Impagliazzo, ha expresado en un comunicado su “gran satisfacción y agradecimiento” por la adhesión de Bélgica a un proyecto que tiene su origen en Italia y al que ya se ha sumado Francia. El acuerdo ha sido firmado por el ministro de Asilo e Inmigración de Bélgica, Theo Francken; el arzobispo de la capital belga, Jozef De Kesel; y el vicepresidente de Sant’Egidio, Hilde Kieboom.
Como en los otros países, esta acción no tendrá ningún coste para el Estado, asumiento toda la coordinación Sant’Egidio, que ya tiene previstos los lugares en los que se repartirán los refugiados y la atención integral que recibirán, asegurándose el acceso a derechos básicos como la vivienda, la educación o la sanidad.
Un ejemplo para el resto
De este modo, Impagliazzo ha animado a que el ejemplo belga cunda en otros países de la Unión Europea y la apuesta por los corredores humanitarios sea cada vez más una práctica habitual, alternativa, además, a una correcta acogida de los países a través de las vías ordinarias: “Es un paso importante en la expansión de los corredores humanitarios en Europa, un modelo que ofrece una solución al drama de los refugiados que huyen de las guerras y combina la solidaridad, la seguridad y la integración”.