Es su primera entrevista como arzobispo de París. Michel Aupetit habló para Le Monde ayer, 11 de enero. Sobre su vida, su nuevo servicio en la diócesis parisina –el 6 de enero se hizo efectiva la sucesión al cardenal André Vingt-Trois– y sobre temas de actualidad contestó a las preguntas del periodista. “Hoy el tabú no es el sexo: es Dios”, afirmó. Por eso, invitó a hablar de Dios en la escuela. En esta línea, reflexiona: “Debemos ir más allá del hecho histórico. ¿Qué es la trascendencia? ¿Por qué el hombre ora? ¿No podemos hablar de Dios?”
Aupetit es médico y una vocación tardía, puesto que ingresó en el seminario con 39 años. Y reconoce que, “por mucho tiempo”, ha vivido su fe “en aislamiento”. “Mis amigos no eran practicantes. Mis dos abuelos eran muy anticlericales. Lo único que mi madre me enseñó es el Padrenuestro y el Ave María. Con estas dos oraciones aprendí a hablarle a Dios. Pero en secreto: nadie sabía nada al respecto”, explicó.
En relación a la situación del catolicismo en Francia, el prelado reconoce que “si contamos solo a los que practican, somos, sin duda, una minoría”. Pero comenta que quienes con “católicos culturales”, porque se reconocen como tal aunque no vayan a misa, “deben ser respetados y debemos estar atentos a su sed de espiritualidad”.
“La secularización nos duele y es nuestro gran desafío”
Francisco llega el próximo lunes 15 de enero a Chile en su viaje apostólico al país y al vecino Perú. En Chile visitará Santiago, Temuco e Iquique. El obispo de este último lugar –con 330.000 habitantes–, Guillermo Vera Soto, ha hablado con Vatican News sobre la visita papal. Y es que la vive con emoción porque “es la primera vez que un Papa visita esta ciudad del norte de Chile que está en medio del desierto”, reconoce.
Vera Soto indica que “el hecho de que el Papa visite precisamente Iquique, hace que su mensaje tenga una centralidad en esta realidad de la migración en el mundo y en nuestro país”. Por lo tanto, “será una llamada a abrir nuestro corazón para acoger y compartir con los hermanos que tienen derecho a buscar un lugar donde vivir en paz y en donde progresar”, añade.
Sobre el proceso de secularización que vive el país, el prelado señala que es un problema que “nos duele y que es un gran desafío”. “Nosotros –continúa–, en el norte tenemos una riqueza grande que tenemos que cuidar, y es el otro aspecto por el cual el Santo Padre viene, y es el que se refiere a la religiosidad popular”.
“La Iglesia puede hacer más por los refugiados”
“La Iglesia puede hacer más por los refugiados”. Es la conclusión de Michael Czerny, subsecretario de la Sección de Refugiados del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral. Y es que “no existe un bien común que se funde sobre el miedo y la marginación”, añade el jesuita en una entrevista a Vatican Insider días antes de la celebración de la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, que se celebra este domingo, 14 de enero.
Czerny mantiene que esta cita es un gesto para “aquellos miembros, grupos y categorías de la familia humana que hoy tienen más necesidades y que el mundo tiende a no atender”. “Donde está el cuerpo de Cristo que sufre, allí está Cristo; y donde está Cristo, está su Iglesia: este es el punto importante”, subraya.
El sacerdote pone en valor cómo muchos dirigentes, no precisamente católicos, “lejos de criticar al Papa” por su ‘obsesión’ con los migrantes y refugiados, están “agradecidos por su guía moral y buen ejemplo”. Y en este sentido cita al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, que en su mensaje de Año Nuevo citó la xenofobia y los nacionalismos como uno de los peligros para la paz y la estabilidad global.