Me reúno con cien representantes del laicado de la diócesis. Les presento la pedagogía de Jesús, en el camino de Emaús, para volver a la casa común, a la comunidad, a la Iglesia. Fue un deseo del …
“Jesús, el que busca a la oveja perdida, el buen samaritano del camino, el que abre sus brazos y su corazón al que se siente cansado o agobiado, se hace presente entre nosotros con la simplicidad y la humildad de un peregrino más”.
“Estas personas con diversidad funcional tienen todo el derecho de participar en la vida de la parroquia y de la Iglesia, con sus condiciones que afectan a su capacidad física, sensorial, intelectual o psicosocial, y hemos de recibirlos con los brazos abiertos”.
“Esta composición no es solo un elemento artístico, sino una enseñanza espiritual, que nos invita a la introspección, también para nosotros los occidentales. Bueno, sin rodeos, lo que está claro es que la belleza nos lleva a Dios”.
“Ser casto es darse a todos, vivir de la misericordia, sin tiempo para uno mismo, sirviendo siempre. Ser obediente es darse todo, vivir de la humildad, sin desear nada por muy justificado que parezca”.
“Lo peor de todo es encontrarte en un país extraño, sin su pueblo y sus tradiciones, sin su familia y sus amigos, sin su lengua, la única que permanece para dirigirse a Dios. Pero siempre baja más de un samaritano que mira, se conmueve, se acerca y cura las heridas, que son tantas, después de un inmenso y desolado trayecto”.
“Y somos tan ingenuos que no nos damos cuenta de que en pocos lustros nadie se acordará de nosotros, si no nos empeñamos en terminar antes con este planeta azul. Lo único que permanece es el Amor”.
“Muchas veces, son alimento puntual y preciso de ideologías, más que discernimiento comunitario, que es el que hace al creyente, el que construye al discipulado samaritano, según la voluntad de Cristo”.
“Nos escuchábamos y nos preguntábamos. No había intención de réplica, ni de juicio. Y la cadencia de las palabras nos daban paz. En esta sociedad, me decía, etiquetamos, separamos y odiamos. Los porqués se me anclaban en el corazón”.