Pablo VI y Óscar Arnulfo Romero están a punto de ser santos. El Papa Francisco ya ha firmado los decretos que reconocen los milagros atribuidos gracias a la intercesión de Giovanni Battista Montini y del arzobispo de San Salvador asesinado mientras celebraba misa en 1980. La noticia sobre la próxima canonización de ambos, que ya eran beatos, la dio esta mañana de 7 de marzo el Vaticano en un comunicado. Se espera que Jorge Mario Bergoglio anuncie la fecha del ascenso a la gloria máxima de los altares en el consistorio cardenalicio previsto para mediados de mayo.
Además de Pablo VI y de monseñor Romero, el Pontífice argentino también rubricó los decretos de otros nuevos tres santos: el sacerdote italiano Vincenzo Romano, el también presbítero italiano Francesco Spinelli, fundador del Instituto de las Hermanas Adoratrices del Santísimo Sacramento, y la religiosa alemana Maria Caterina Kasper, fundadora del Instituto de las Siervas Pobres de Jesucristo.
Había una gran expectación en Roma en torno a la próxima canonización del Papa Montini y del arzobispo martirizado salvadoreño. Se especula que la ceremonia en la que Pablo VI será declarado santo podría tener lugar el próximo septiembre o al mes siguiente, como clausura del Sínodo de los Obispos sobre los jóvenes. Fue precisamente este Papa originario del norte de Italia y cuyo pontificado se extendió de 1963 a 1978 quien creó estas asambleas en las que participan prelados provenientes de todo el orbe católico.
El Papa que nombró a Romero arzobispo
El hecho de que Romero vaya a ser canonizado tras el reconocimiento de un milagro producido gracias a su intercesión supone una novedad respecto a su beatificación. Esta tuvo lugar por medio de un decreto de Francisco que reconocía que había perdido la vida ‘in odium fidei ‘(por odio a la fe). La ceremonia tuvo lugar el 23 de mayo de 2016 en San Salvador ante miles de fieles llegados de toda América Latina, donde muchos católicos llevan años considerándolo un santo. La devoción es anterior a que Bergoglio desatascara su proceso en la Congregación para las Causas de los Santos.
El recordado arzobispo salvadoreño fue tiroteado en el corazón por un francotirador mientras celebraba misa en la capilla del hospital Divina Providencia de San Salvador el 24 marzo de 1980. Su asesinato marcó uno de los momentos más oscuros del difícil período que pasó El Salvador en aquellos años de inestabilidad política y atropellos cometidos por los militares y otros grupos armados.
Fue precisamente Pablo VI quien designó como arzobispo de San Salvador a Romero, que podría ser canonizado de forma conjunta al Papa Montini el próximo otoño en Roma. Otra opción sería que fueran inscritos en el libro de los santos en ceremonias separadas y la del mártir salvadoreño tuviera lugar el próximo enero, cuando Francisco viajará a Panamá para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).