El exjuez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, junto al excoordinador federal de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, ha presentado en febrero su proyecto político Actúa, con el que pretenden “escuchar el sentir de la gente de izquierda”. En un pequeño receso de la promoción de su libro ‘La indignación activa’ (Planeta) hablamos con un el hombre lúcido que no rehúsa contestar a nada.
PREGUNTA.- ¿Las redes sociales nos hacen más libres?
RESPUESTA.- Más libres porque recibimos más información, pero más esclavos de ese mismo aluvión de información imposible de digerir y más cautivos de las fake news, de la posverdad, de los ataques verbales de perfectos desconocidos… En todo caso, no es lo mismo un insulto de un particular que el de un representante público; no es lo mismo un insulto de Trump a los más vulnerables que otro frente a sus políticas anti derechos humanos.
P.- ¿El capitalismo se ha convertido en un virus?
R.- Este capitalismo salvaje aliado a un neoliberalismo desmedido deben ser reconducidos hacia un capitalismo responsable en el que las diferencias se reduzcan a través de políticas sociales sostenidas. A partir de cierto punto, el apoderamiento del dinero no solo es inmoral, sino aniquilador de la sociedad y genera pobreza y exclusión.
P.- ¿No está haciendo más Francisco por los derechos humanos que muchos estamentos?
R.- Admiro al Papa, pero creo que la Iglesia tiene una gran asignatura pendiente: la de escuchar más a sus fieles, a la sociedad, a los olvidados, a las víctimas de todos los conflictos. El Papa ha cambiado la percepción negativa que se extendía cada vez más sobre la Iglesia. Un gran amigo, padre blanco que lucha contra la pobreza en África, me decía que había vuelto a creer en el Papa. Esto me hizo reflexionar sobre la gran responsabilidad que tiene el Pontífice para la humanidad. Él es un buen ejemplo de indignación activa. Coincido plenamente cuando en Laudato si’ afirma que la Tierra “parece convertirse cada vez más en un inmenso depósito de porquería”.
