“Y la casa sin barrer”

(Pedro J. Piqueras Ibáñez– Girona) En los últimos tiempos he oído a sus señorías, en el Parlamento y en el Senado, lanzándose epítetos unos a otros como si fuera un circo romano, ¡luchas de gladiadores parecen a veces! A ver quién la dice más gorda, los unos y los otros: mirando a su césar y a los suyos, buscando con la mirada a quien le jalea, aplaude, le ríe la gracia, y hasta le hace aclamaciones de “¡torero!” Sí, señorías, de todo se ha oído en el hemiciclo menos de lo que realmente preocupa a los ciudadanos. Se puede decir aquello de que todo el día de cháchara “y la casa sin barrer”.

Poniendo parches como los Planes E o “planes Zapatero”, que hemos oído nominar. Perdón, pero tratar a esto de planes a mí me da la risa… En lugar de aunar esfuerzos para sacarnos de esta siniestra crisis que está dejando las arcas del Estado en bancarrota, se dedican a escuchar y a pleitear sólo intentando debilitar al contrario.

Con más de cuatro millones de parados, familias enteras sin trabajo, comedores de Cáritas y otros servicios sociales llenos, sin comida para paliar el hambre en los bancos de alimentos, etc.; les aseguro a sus señorías que cada vez descubro menos “los esfuerzos” en la defensa de los intereses de sus votantes y más los esfuerzos por mantenerse en la poltrona.

No advierto la salida de la crisis, ni los “brotes verdes” de los que habla la señora ministra, ni la ligera tendencia a no estar peor aún. ¿No les parece que al tiempo que aumenta la cháchara, “la casa sigue sin barrer”?

En  el nº 2.674 de Vida Nueva.

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