Cardenal Simoni: “Cada día hago cuatro o cinco exorcismos con el móvil”

  • El purpurado explica en un seminario cómo utiliza las nuevas tecnologías para combatir al demonio
  • “No soy yo el que cura; es Jesús”, dice el albanés que sufrió la persecución del régimen comunista

El cardenal de Albania Ernest Simoni exorcismos/ CNA

Ernest Simoni es probablemente el único cardenal exorcista. Este albanés de 89 años que se pasó, por su condición de sacerdote católico, casi tres décadas en cárceles u obligado a realizar trabajos forzados bajo el régimen comunista de su país incluso se sirve hoy de las nuevas tecnologías para derrotar al demonio. “Cada día practico cuatro o cinco exorcismos con el teléfono móvil”, comentó ayer, 16 de abril, durante la conferencia inicial del seminario sobre ‘Exorcismos y la oración de liberación’ que se celebra esta semana en Roma. El curso está organizado por el Instituto Sacerdos del Ateneo Pontificio Regina Apostolorum y por el Grupo de Investigación e Información Socioreligiosa (Gris, por sus siglas en italiano).

“Jesús dijo que donde hay dos que rezan, allí está presente él también”, comentó el purpurado, que aseguró que todo el mérito en los exorcismos lo tiene Cristo. “No soy yo el que cura. Es Jesús”. Simoni explicó que la clave está en “discernir” primero si la persona tiene una enfermedad del sistema nervioso o en cambio ha sido poseída por el diablo. A este “se le reconoce inmediatamente” y hay que combatirlo con la oración y la fe. “A veces también hay que hablarle con dureza. Tienes que decirle: ‘¡Qué te calles!”, apostilló.

Exorcismos también a musulmanes

Tras empezar a realizar exorcismos en su Albania natal hace casi tres décadas, las peticiones para acabar con las posesiones demoníacas le llegan hoy al cardenal de lugares tan lejanos como Australia o América. Incluso ha tenido que llevar consuelo a personas que no eran cristianas. “Habré hecho exorcismos a unos 20 musulmanes y Jesús a todos los ha curado. Él es el padre de todos”, comentó, reconociendo que pese al buen fin de estas experiencias, no se habían registrado conversiones posteriores al catolicismo. Tampoco le dio mayor importancia. “Hay algunos que no pueden convertirse porque existen obstáculos dentro de su sociedad. Jesús nos conoce a todos y sabe de su deseo de bautizarse. Él sabe que desean amar y Dios les ama”, apuntó.

Simoni consideró que los grandes males de la sociedad actual de los que se aprovecha el diablo son “el materialismo, el consumismo y el modernismo” y señaló que la oración es la mejor forma de combatirlos. “Hay que rezar sin interrupción. Y para ello hay que apagar la televisión. El Rosario es la herramienta más potente para salvarnos”, sentenció. 

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