Casi 15.000 personas accedieron a un empleo en 2017 gracias al apoyo de Cáritas, lo que supone el 20% de las 70.851 personas que participaron durante ese año en los programas de empleo que organiza esta entidad eclesial a lo largo de todo el país. Son datos que hablan de “un itinerario de éxito”, como recoge el Informe de Economía Solidaria 2017, presentando en la mañana de este jueves 24 de mayo en la madrileña sede de Cáritas Española, en el que se invita también a un cambio de modelo económico que “sitúe en el centro a la persona y con un mayor compromiso de las administraciones públicas, dando prioridad a empresas de economía social”, como afirmó Paco Cristóbal, director del Área de Comunicación de esta organización.
Sin embargo, la realidad va por otro lado. Cristóbal aludió a las informaciones que hablan de que la crisis económica ha pasado. “Los datos macroeconómicos lo reflejan así. Sin embargo, ni antes la situación era buena ni ahora, en ciernes de una recuperación económica, la recuperación lo es para todos”, recalcó. Según sus palabras, “la gran secuela que ha dejado la crisis es la depreciación de mercado laboral. Tener un empleo ya no es suficiente para salir de la pobreza”.
La desigualdad se enquista en la sociedad
En esta misma línea incidió Francisco Lorenzo, director del Área de Acción Social, quien valoró positivamente los datos que hablan de esa recuperación económica, aunque acto seguido quiso matizar dicha recuperación, “primero porque no está llegando a todas las familias; segundo, porque la desigualdad sigue enquistada en la sociedad; y tercero, porque el sistema laboral no asegura unas condiciones de vida dignas y mantiene las puertas cerradas para muchos otros. Por tanto, el discurso de la recuperación económica debe ser matizado”.
“Nos van a acusar de pesimistas (estamos de acostumbrados), de insatisfechos e incluso de manipuladores políticos, pero nos debemos a la realidad y no podemos dejar de lado a los que siguen sufriendo las consecuencias de las crisis”, afirmó Lorenzo. Por eso, aseguró que “Cáritas apuesta por otra forma de hacer economía, vinculada a los derechos humanos, al respeto a la creación y al consumo responsable”. Y es una apuesta que está dando resultados, como reflejan los datos de este Informe.
La actividad económica total de su modelo de economía social supera los 75 millones de euros. Con el fin de favorecer la igualdad de oportunidades en el acceso al empleo, Cáritas ha destinado casi 27 millones de euros. En lo que a economía social se refiere, en el último lustro, las iniciativas han pasado de 37 a 57. Y demuestran que la economía social es rentable, puesto que se han destinado menos de 10 millones de euros y se han conseguido facturar más de 38. Además, se han contratado a 2.006 personas en riesgo de exclusión. Y, de ellas, 266 han conseguido un empleo en el mercado laboral ordinario. Por su parte, las 29 tiendas y 57 puntos de venta de comercio justo han facturado 608.192 euros con la venta de productos de alimentación, artesanía o cosmética, entre otros.