El cardenal nigeriano, Francis Arinze, quien fuese prefecto de la congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, en tiempos de san Juan Pablo II y Benedicto XVI, comentó sus objeciones a las interpretaciones que están haciendo distintas conferencias episcopales a la exhortación apostólica ‘Amoris laetitia’. Arinze se ha mostrado preocupado por la posibilidad de la intercomunión que proponen los obispos alemanes entre matrimonios mixtos de católicos y protestantes. Para el nigeriano, “la comunión no es un té o una cerveza que podamos compartir con nuestros amigos“.
Hablando sobre la posibilidad de que las personas divorciadas y vueltas a casar accedan al sacramento de la eucaristía para Arinze esto “es un problema”, porque “fue Cristo quien dijo que esto constituye adulterio” y nosotros “no podemos ser más misericordiosos que Jesús”, continuó. “Si alguno de nosotros dice que tiene permiso de Cristo para cambiar uno de los puntos más importantes que Él nos dio en el Evangelio, nos gustaría ver el permiso y la firma”, finalizó el cardenal.
Pedro Barreto: “Sin la mujer no hay vida ni sociedad”
El neocardenal peruano, Pedro Barreto, arzobispo de Huancayo, realizó unas declaraciones en una radio local en las que se posicionó a favor del enfoque de género que calificó como “lo más adecuado para dignificar tanto al varón como a la mujer”. Para Barreto la dignificación del papel de la mujer en el ámbito social y de la vida forma parte de los principios y valores irrenunciables de la Iglesia.
“No porque uno sea varón va a ser mejor, de hecho, sin la mujer no hay vida ni sociedad“, comentó el arzobispo quien afirmó que los casos de feminicidio revelan que se necesita trabajar al respecto. El nuevo cardenal afirmó que existen sectores en la Iglesia que “tienen posiciones que responden a intereses de grupo, y cuando los intereses de grupo inciden en el bien común, ahí vienen las distorsiones”.
Los obispos congoleños no quieren un tercer mandato de Kabila
El episcopado congoleño advirtió ayer, 24 de mayo, en contra de un tercer mandato del presidente Joseph Kabila en la República Democrática del Congo, afirmando que esta posibilidad conduciría al “abrazo” de un país que ha vivido dos guerras en las últimas dos décadas. El secretario general de la Conferencia Episcopal, Donatien Nshole, afirmó en rueda de prensa que considera “más graves las declaraciones de algunos líderes de la mayoría presidencial que evocan la posibilidad de otro mandato” para el presidente Kabila.
El segundo y último mandato de Kabila terminó en diciembre de 2016. La Constitución le prohíbe presentarse de nuevo. La elección presidencial está prevista para el 23 de diciembre al mismo tiempo que las elecciones legislativas nacionales y provinciales. Este tipo de intervenciones pueden “conducir a situaciones de violencia perjudiciales para la paz y la estabilidad en la RDC y en toda la subregión”, añadió Nshole.